Irlanda arde y las economías más débiles del sur de Europa temen que las llamas acaben entrando en sus territorios. Dublín ya tenía bastantes problemas con el brutal ajuste del gasto -15.000 millones en cuatro años, de los que 6.000 serán en el próximo- que ha anunciado el Gobierno.
Seúl, la capital de Corea del Sur, ultima los preparativos para convertirse, hoy y mañana, en la capital del G-20, el foro de países ricos y emergentes que asumió la coordinación de la respuesta contra la crisis económica. Con la llegada de los líderes mundiales, afloja la escalada de declaraciones sobre las medidas adoptadas por varios países.
Los mercados financieros no mejoran, al menos para los bancos medianos y las cajas de ahorros. Nadie puede asegurar que se pueda captar dinero de forma estable en los dos próximos ejercicios. Sin esos recursos, las entidades no pueden dar créditos ni atender a sus obligaciones.