Reus, capital mundial de los cereales
Multinacionales y 'brokers' negociarán en la ciudad compraventas millonarias
"El viernes, la capital mundial del comercio de cereales no será Chicago. Será Reus". Con esta contundencia explicó ayer Baudouin Delforge, presidente del Sindicato General de la Bolsa de Comercio de París, la importancia de la cita que se celebra en la capital del Baix Camp hoy y mañana. Es la Bolsa de Comercio Europea, un evento anual que en cada edición recala en una ciudad europea. Tras la recepción y la cena de gala de hoy, mañana llega el día grande: 2.000 multinacionales y brokers negociarán el precio de toneladas de cereales. Vienen de 40 países.
En las Bolsas de todo el mundo se pueden comprar acciones de empresas. También petróleo, oro, cobre y materias primas. Los operadores o brokers negocian electrónicamente con toneladas de trigo, de maíz, de arroz... Los precios suben y bajan bailando al compás de las sequías de Rusia o de los tornados de Estados Unidos. En general, la contratación más importante de cereales se produce en la Bolsa de Chicago (EE UU). Sin embargo, las lonjas europeas reservan un día al año para negociar a la vieja usanza: cara a cara y con un apretón de manos para sellar el trato.
2.000 personas de 40 países moverán grandes cantidades de trigo o maíz
"En un mundo en el que el comercio es electrónico es donde más sentido tiene esta cita de Reus", justificó ayer Isaac Sanromà, presidente de la Lonja de Reus y de la Cámara de Comercio de la misma ciudad. "Los operadores más importantes del mundo tienen un día al año para verse las caras, para reunirse", añadió. Y para tomar el pulso al mercado y discutir su futuro. La Bolsa itinerante de cereales este año se celebra en Reus. Es su 50ª edición. En el pasado lo ha hecho en otras ciudades con lonjas importantes, como Estrasburgo, Copenhague, Londres, París, Bélgica, Múnich y Barcelona. "Esta vez le tocaba a Reus", resumió el alcalde la localidad, Lluís Miquel Pérez. Entre otras cosas por la tradición comercial de esta ciudad y por su lonja, que funciona desde hace exactamente 700 años. También porque el puerto de Tarragona es el más importante del Mediterráneo en cuanto a movimiento de carga agroalimentaria.
"En la sesión de Bolsa, la que se celebra el viernes, se mueven capitales increíbles, cientos de millones. No falta a la cita ninguna multinacional. Se reúnen para discutir y negociar importadores, exportadores, corredores de Bolsa...", recordó Aureli Casabona, presidente de la Lonja de Barcelona. El negocio de los cereales en estado puro. Acudirán, por ejemplo, la gigante corporación estadounidense Cargill; Glencore, de Suiza, y Eurograni, de Italia.
Según explican personas cercanas a la organización, se han preparado dos grandes salas dentro del Palacio de Ferias y Congresos. En una, las empresas del sector pondrán sus stands. En la otra, hay habitáculos con mesas para negociar. Porque no es una feria. No se va a mirar y hablar. Es una Bolsa y se va para comprar y vender toneladas de cosechas. "Pero no se firma el contrato allí. Eso se hace después. Allí se sella el trato con un apretón de manos, a la antigua usanza", asegura Casabona.
"El cereal es el producto que más se cultiva y se consume en el mundo", subrayó ayer Joan Gené, director general de Industrias Agroalimentarias del Departamento de Agricultura. No es de extrañar que en los últimos dos años haya crecido su protagonismo. En 2008 se disparó su precio en los mercados internacionales y encendió una crisis alimentaria mundial. Hace solo unas semanas, los incendios y la sequía en Rusia volvieron a caldear las Bolsas de materias primas por el miedo a la escasez. "El viernes se cerrarán muchos negocios sobre cereales en esa sala. ¿Subirá o bajará el precio internacionalmente después de esos tratos? Habrá que esperar", lanzó Sanromà.
Reus, París, Londres. Este es el lema de la ciudad de Reus. Recuerda a otros tiempos, hacia el siglo XVIII, cuando la capital del Baix Camp era uno de los tres centros de negociación mundial de, entre otros productos, el aguardiente. Los otros dos puntos neurálgicos eran París y Londres. "El jueves y el viernes podremos volver a decir eso de Reus, París, Londres", manifestó orgulloso Isaac Sanromà.
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