No estaba movido por un claro propósito. Como uno de esos flâneurs de Baudelaire, Henri Matisse vagó por España entre noviembre de 1910 y enero de 1911 sin demasiado objetivo. Visitó Madrid, Sevilla, Córdoba, Granada, Toledo y Barcelona. Tuvo tiempo de pintar tres obras, dos bodegones y un retrato.
Con la misma sorpresa que generó su debú literario en 1975, La verdad sobre el caso Savolta, Eduardo Mendoza logró anoche el 59º Premio Planeta con sus nada despreciables 601.000 euros de dotación. El asombro fue doble, porque él, uno de los grandes cronistas de la convulsa historia de Barcelona, lo hizo con una novela que presentó como La muerte de Acteón.
GREGORIO BELINCHÓN | Sitges