El aval de la Xunta permite a Vulcano terminar un buque sísmico

Lo consiguió, aunque no del modo que le hubiese gustado. Vulcano, que en pocos meses entrará en suspensión de pagos, ha conseguido la liquidez suficiente gracias a un aval de la Consellería de Economía para terminar el buque sísmico C-533.

La Dirección Xeral de Industria y su brazo inversor, el Igape, apadrinaron ayer una reunión entre la dirección del astillero y el Banco Popular. La sociedad público-privada Pymar, invitada al encuentro, no apareció, demostrando una vez más que no está dispuesta a intervenir en el rescate del constructor naval. Pese a todo, su director, José Domínguez, salió muy satisfecho de la cita porque la inyección de liquidez les permitirá concluir el buque que tienen a medio hacer para la armadora noruega Rieber.

"Contamos con el respaldo suficiente para mantener la actividad, que reanudaremos lo antes posible", aseguró. El hecho de que la empresa se encuentre en situación de preconcurso añade cierta complejidad a la operación. Por eso Vulcano está buscando garantías para que las empresas auxiliares puedan seguir operando sin miedo a no cobrar.

La solución es un balón de oxígeno para la factoría hasta el verano que viene pero no resuelve el problema de fondo: la liquidación, con un pasivo de 60 millones, de su filial asturiana Juliana y el hecho de que Pymar, participada por el Ministerio de Industria y los astilleros privados le esté negando los avales necesarios para seguir construyendo barcos.