El polo soberanista se esfuerza en marcar el ritmo político a la banda

El segundo comunicado de ETA en 13 días, aceptando sentarse con mediadores internacionales, pero sin declarar el alto el fuego "permanente y verificable" que los firmantes de la Declaración de Bruselas le exigían, no ha satisfecho plenamente a las fuerzas del polo soberanista, que reclaman un ritmo más acelerado en el proceso hacia la paz que el marcado por la banda terrorista con los "pasos hacia adelante" dados en sus últimos escritos. En sectores del polo abertzale existe la convicción de que esta sucesión de comunicados -"un goteo que seguirá", vuelven a pronosticar- refleja que se está librando "una disputa interna" entre los dirigentes de ETA y los de la ilegalizada Batasuna por hacerse con el liderazgo político en una fase crucial del conflicto, y a menos de un año de las elecciones municipales y forales.

Batasuna aprecia en el comunicado cuestiones que ETA no afirma

La izquierda abertzale ilegalizada ve con muy buenos ojos que la banda se muestre ahora dispuesta a sentarse a hablar con los firmantes de la Declaración de Bruselas sobre los compromisos que debe asumir la banda para lograr la paz. Batasuna quiere ver en esta afirmación una "clara referencia a la solicitud de permanencia y total verificación del alto el fuego" que exigieron los firmantes de Bruselas, cuando el texto etarra no hace la menor mención en ese sentido. ETA se limita a mostrar su disposición "a analizar conjuntamente" los pasos para alcanzar una solución democrática al conflicto, "incluidos los compromisos que debe adoptar" la propia banda.

Batasuna ya recibió los reproches de los dirigentes de Ekin -la conexión de ETA con su entramado político- ahora encarcelados, tras el comunicado de los terroristas. Ekin consideró que la interpretación que hizo Batasuna del mismo iba "más allá" del mensaje que querían transmitir los encapuchados. Así consta en el acta de una reunión entre Ekin y Batasuna, intervenida por la Guardia Civil y que recoge el auto de prisión.

En la nota que difundió ayer, la izquierda abertzale echa mano del pronunciaminto etarra para reafirmarse en su apuesta por abrir "un proceso democrático" basado en las vías exclusivamente políticas y pacíficas, y "un proceso de diálogo multipartito que tenga como guía los principios Mitchell", cuestiones que tampoco citan los dos textos de ETA.

Con el mismo ánimo de forzar nuevos avances de la banda ("un comunicado definitivo", apuntan sectores nacionalistas), EA consideró ayer que "se están dando pasos", aunque el "escenario actual aún es insuficiente" para lograr el fin de la violencia, según su secretario general, Pello Urizar.

Como ya señaló este diario tras el anterior comunicado etarra, los integrantes del polo soberanista quieren hacer ver que los pronuncimientos de ETA suponen un empujón a su propósito de concurrir a los comicios de mayo próximo. Para Urizar, además, suponen "el punto de partida" de un "camino emprendido hacia la paz que no tiene vuelta atrás".

El PNV ratificó ayer la distancia que le separa del discurso del polo abertzale, aunque coincidió en el protagonismo que Batasuna debe tener frente a ETA. Su presidente en Vizcaya, Andoni Ortuzar, se mostró contundente al restar cualquier valor a un anuncio de la banda que "no aporta novedades". "Nosotros no necesitamos hacer comunicados sucesivos. Nuestra posición es clara, la revelamos hace dos semanas y en ella nos reafirmamos", recalcó, en referencia a la exigencia de un cese definitivo del terrorismo.

Durante un acto político en Amorebieta, Ortuzar relegó a un segundo plano el texto de la banda, pero lo aprovechó para elevar su exigencia a la izquierda abertzale. "Si de tan incalculable valor dicen que es el paso que ha dado ETA, ahora ya no tienen excusas para cortar con la violencia para siempre", destacó. E insistió en que la decisión depende de Batasuna, que "si se emancipa de ETA, encontrará la mano tendida del PNV", una oferta que su jefe de filas, Iñigo Urkullu, ya lanzó el viernes.