'Chicogrande', la última aventura del hombre leal a Pancho Villa
Hace 35 años, Felipe Cazals, el veterano director mexicano al que en su país llaman "el cineasta de la crueldad", preparó el rodaje de Chicogrande. El guión de Ricardo Garibay estaba listo para ser filmado, preparado para salir de un cajón que no se abrió. Ayer Chicogrande se estrenó en San Sebastián. Entremedias, Cazals ha superado problemas de salud, dificultades en otros rodajes y ha levantado una complicada financiación para recuperar la historia de uno de esos personajes que salen en los pies de página de las enciclopedias. Chicogrande era el lugarteniente de Pancho Villa, el más leal, el hombre que salió de la sierra de Chihuahua para buscar un médico que curara la pierna del héroe de la revolución, mientras los estadounidenses patrullaban por el Estado a la caza del rebelde. Líder escondido en una montaña infranqueable, soldados norteamericanos que otean por el desierto y que acaban abandonando un país con las orejas gachas sin entender por qué les odian... Demasiados paralelismos como para no darse cuenta de que Chicogrande encontrará más fans en la actualidad que hace 35 años. "Obviamente que sí; es un referente a la actualidad", comentaba ayer Cazals, quien a sus 73 años mantiene intactos el ardor guerrero y las ganas de lucha social. "Cuando ocurrió el episodio de la herida de Villa, fue la tercera ocasión en que EE UU invadía México. Hablamos de 1917, de un episodio delirante, una invasión abrupta y sin sentido. "En la película, Chicogrande le espeta a un médico del ejército yanqui: 'Lo fácil es morir, lo difícil es vivir con dignidad". Otro momento para que Cazals aproveche la mano tendida de la actualidad. "Tiene que ver con la lucha cultural que vivimos hoy en día. En México, la distribución de cine nacional es vergonzante. El 96,4% de las pantallas se dedican a cine de Hollywood. Chicogrande se estrenó con resultado mediano en la capital, y con buenas entradas en la provincia. Necesito una semana para explicar los problemas que comprimen nuestra industria".
Menos se necesita para entender que Chicogrande, siendo un western inteligente, no acaba de agarrar al espectador por su laxitud. "Me gustan los westerns, porque en ellos la acción define al hombre. A Chicogrande le define su acción, la lealtad". En cambio, a la película bien le habría venido una sacudida que arreciara su fuerza. "Quería hablar sobre quién cree en el villismo y por qué razón. Cuando alguien es despojado de sus derechos, cuando la justicia social no existe, es necesario el villismo", y esto según Cazals vale para 1917 y para 2010. "Hoy se ha perdido la virtud de cumplir con la palabra". Y Cazals es de los que cumplen.
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.