"Me apetece hacer filmes que no les gusten a mis agentes"
A Jessica Alba (California, 1981) es bastante difícil pasarla por alto, pero cuando comparte plató con alguien como Danny Trejo es imposible no recurrir al tópico de la bella y la bestia. Alba ha sido la musa del último proyecto de Robert Rodriguez, Machete. En este delirante ejercicio de homenaje a la serie B (por lo menos) interpreta a una heroína de acción sin cortapisas. "Me apetecía hacer una película que no gustara a mis agentes. Es algo que vengo haciendo desde hace un tiempo. En esta ocasión, me sedujo la idea de hacer volar cosas por los aires y disparar a todo el que se cruzara en mi camino. Robert me propuso Machete y teniendo en cuenta que hace un tiempo le pedí que me escribiera un papel donde pudiera machacar cosas me doy más que por satisfecha con la feliz coincidencia".
"Adoro EE UU pero no renuncio a mis raíces mexicanas; sé de dónde vengo"
Alba luce vestido estampado de Dolce & Gabbana (según confiesa ella misma), uñas pintadas de negro y una sonrisa radicalmente californiana en su encuentro a pocos pasos del Hotel Excelsior en el Lido de Venecia.
"¿Que cómo me he encontrado en Machete? Muy cómoda. La verdad es que no me ha representado ningún esfuerzo. Lo único que realmente me hizo sufrir fueron los 45 grados que había en Austin [Tejas] durante dos semanas seguidas. Y luego la gente me habla de glamour... Me gustaría verles a ellos correr como locos bajo ese maldito sol", confiesa entre carcajadas una de las últimas latinas que ha parido Hollywood. "Yo no hablo español, mi padre no habla español, es un idioma que no utilizamos. Soy estadounidense y adoro ese país, aunque eso no quiere decir que vaya a renunciar a mis raíces mexicanas. Por eso me disgusta mucho leer que ando por ahí tratando de regresar a mi esencia: siempre he sabido quién soy y de dónde vengo. No tengo que buscar nada".
La actriz, madre de una niña de dos años, tiene en cartera un estreno de quilates, la tercera entrega de Los padres de ella, titulada The little fockers (un juego de palabras que vendría a traducirse como Los pequeños cabrones). En ella se emplea a fondo junto a dos pesos pesados en una historia sobre conocer a los padres de la novia de uno: "Ben Stiller y Robert DeNiro son impresionantes. Todo lo que pueda decirte de ellos son tópicos y los habrás escuchado antes pero es la verdad: son impresionantes".
Alba sacó a relucir una faceta acaso insólita en su figura pública al criticar la ley de inmigración que ha levantado ampollas recientemente en Arizona. "Es racista, directamente, pero necesitamos reformas de inmigración en nuestro país", explicó la actriz.
Volviendo a asuntos, digamos, más artísticos, la intérprete aclaró: "Si hay segunda parte de Machete ya saben que pueden contar conmigo. No me importaría volar unas cuantas cosas más".
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