Font de Mora recorta un 35% las becas para estudiar en la Universidad

La Consejería de Educación recortó ayer un 35% las becas para estudiar en la Universidad. El departamento que dirige Alejandro Font de Mora destinó el curso pasado tres millones de euros a la materia. Para el curso que viene, la orden publicada ayer en el Diari Oficial de la Comunitat Valenciana destina 1.950.000 euros. El tijeretazo se efectúa sobre unos fondos que estaban congelados: las ayudas para el curso 2008-2009 ya ascendieron a tres millones de euros. Y llega cuatro meses después de que Educación redujera un 32% las ayudas para los alumnos inscritos en el programa Erasmus, que permite a los estudiantes realizar estancias en otras universidades europeas.

Font de Mora redujo el importe total de las ayudas. No tocó, sin embargo, el párrafo de la orden que equipara las becas para estudiar en una universidad pública y en una privada. Puesto que los precios de los centros privados son mucho más caros (primero, porque no están subvencionados; y segundo, porque algunos tienen ánimo de lucro), la orden establece que Educación pagará la matrícula de los estudiantes hasta el límite de lo que costaría cursar la misma carrera en la pública.

La crisis ha disparado la demanda de estudios universitarios

Las ayudas abarcan a los estudios de Grado (el nombre de las nuevas carreras), Licenciatura, Diplomatura, Ingeniero y demás títulos de los antiguos primer y segundo ciclo. Y alcanzan también a los estudios de Máster, pero no a los de doctorado ni a los títulos propios (no oficiales) que ofrecen las universidades valencianas.

Las razones evidentes de la disminución de las becas son, en un plano general, la política de contención del gasto; y en otro más concreto, las serias dificultades financieras por las que atraviesa la Generalitat, que ya era el Gobierno autonómico más endeudado antes de que la recesión hundiera los ingresos de las administraciones. El recorte de las ayudas para ir a la Universidad no son muy diferentes de las que están sufriendo muchos otros gastos sociales (sociedades musicales y residencias, entre los últimos). Pero el departamento que dirige Font de Mora, fiel a su manual de instrucciones para estos casos, optó por negar la mayor.

En realidad, sostuvo un portavoz, lo que se ha producido no ha sido un recorte sino un "mantenimiento" de las ayudas. Es cierto, aceptó, que donde el año pasado el diario oficial decía tres millones de euros ahora dice algo menos de dos. Pero el año pasado, añadió, no se gastaron los tres millones de euros sino en torno a 1,9. O bien porque no hubo suficientes solicitudes o bien porque parte de las que se presentaron no reunían los requisitos establecidos (la orden de la Consejería de Educación tiene 17 páginas).

Así y todo, defender la idea de que en la práctica se mantienen los fondos no es fácil. En primer lugar, porque la crisis ha llevado a muchos jóvenes a continuar la formación a la espera de que el clima económico mejore; y a otros (jóvenes y no tan jóvenes) a retomarla para adaptarse a un mercado laboral que ha cambiado. Consecuencia: solo en la Universitat de València la demanda para matricularse se ha disparado un 21,5% respecto al año pasado, lo cual conllevará un mayor número de solicitantes de becas.

En segundo lugar, el precio de la matrícula universitaria se encarecerá un 4% el curso que viene. La subida aprobada por el Consell está en la franja alta de la horquilla fijada por el Gobierno, que autorizaba aumentos del 1,5% al 5,5%.

En medio del enorme recorte del gasto público anunciado por el Ejecutivo, el Ministerio de Educación anunció hace unas semanas un aumento del 3,5% en la partida de becas. En el curso 2005-2006, cuando los fondos eran inferiores, el Gobierno destinó 57 millones de euros a pagar becas de universitarios valencianos.