Un remanente negativo agrava la situación financiera de Sevilla

La situación financiera del Ayuntamiento de Sevilla empeora. El cierre de 2009 arroja un remanente de tesorería negativo de 31,7 millones. Este concepto es el resultado de restar lo que hay que pagar (obligaciones) al dinero que se tiene y al que se va a cobrar (derechos reconocidos). Es un indicador básico de la solvencia de una Administración, de su capacidad para afrontar las deudas. Según la delegada de Hacienda, Nieves Hernández, es la consecuencia de la reducción de ingresos del Estado. A juicio del portavoz del PP, Juan Ignacio Zoido, "si el Ayuntamiento fuera una empresa, estaría en suspensión de pagos".

El remanente negativo marca las cuentas de cualquier ayuntamiento y la ley de Haciendas Locales obliga a adoptar medidas urgentes: reducir los gastos, endeudarse, aprobar un presupuesto con superávit o, la opción que ha elegido el Ayuntamiento, replantear el plan de austeridad con "medidas de corrección".

El Ayuntamiento atribuye el déficit a la disminución de ingresos del Estado

Según las cuentas aprobadas por el interventor, la diferencia entre ingresos y gastos a final de 2009 arrojaba un saldo negativo de 5,3 millones. El Ayuntamiento lo achaca a los compromisos financieros para cumplir con los planes 8.000 y Proteja, que implican la cofinanciación extraordinaria de obras públicas para paliar los efectos de la crisis.

La liquidación muestra que se ha captado el 84% de lo previsto y han sido comprometidas inversiones por un porcentaje similar. Para el Ayuntamiento "han ingresado y gastado bien", "ajustándose a las previsiones".

El dato más preocupante es el mencionado remanente negativo, ya que marcará la política presupuestaria. El gobierno municipal achaca este resultado, además de a las obras de los planes contra la crisis, a la reducción de los ingresos del Estado y al aumento de los cobros de "difícil o imposible recaudación". Ambas circunstancias son fruto de la coyuntura económica general y demuestran que los recursos que reciben los ayuntamientos son "manifiestamente insuficientes", afirma el gobierno local.

"Si los ingresos provenientes del Estado no hubieran minorado en tanta cantidad [33 millones de euros], no habríamos tenido remanente de tesorería negativo, por lo que, en nuestro caso, podemos decir que, fundamentalmente, es una consecuencia más de la crisis económica que estamos atravesando, ya que, efectivamente, en ejercicios anteriores los resultados del remanente de tesorería han sido positivos", afirmó Hernández.

Para Zoido, "el panorama financiero del Ayuntamiento de Sevilla es desolador y las arcas públicas municipales se encuentran práctica y virtualmente en bancarrota". "Si se tratara de una empresa privada esta situación se asimilaría a una suspensión de pagos, ya que las deudas a corto plazo son irrealizables con los cobros a corto plazo".