Eslovaquia pide a Bruselas que se disculpe por criticar su decisión de no apoyar a Grecia
La primera ministra eslovaca, Iveta Radicova, ha exigido excusas a la Comisión Europea (CE) por inmiscuirse en la decisión que tomó el Parlamento eslovaco el pasado día 11 de no participar en el plan de ayuda a Grecia. Bruselas, por su parte, ha reiterado su desacuerdo con la decisión tomada por este país, aunque evitó entrar en polémica por las declaraciones de la jefa del Gobierno. Radicova insistió ayer en defender la postura eslovaca en una entrevista al diario alemán Die Welt, con el argumento de que no quieren "que reciba el dinero gente que ha actuado de manera irresponsable".
Además, la primera ministra conservadora criticó al comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, Olli Rehn. "Que un funcionario no elegido en las urnas hable de los diputados libremente elegidos en Eslovaquia es humillante", aseguró. Más tarde, durante la rueda de prensa conjunta con la canciller alemana, Angela Merkel, Radicova, de visita en Berlín, insistió en que el apoyo eslovaco a Grecia no forma parte de las competencias del comisario Rehn.
"La Comisión Europea respeta plenamente la decisión del Parlamento eslovaco, pero tiene derecho a no estar de acuerdo", respondió el portavoz de Asuntos Económicos, que considera que la ayuda a Grecia era de interés para la zona euro y toda la UE. "La CE ha tomado nota del voto en el Parlamento eslovaco y ha expresado su pesar por la ruptura con un compromiso adquirido por el anterior Gobierno eslovaco en el Eurogrupo", señaló el portavoz comunitario.
El Parlamento de Bratislava sancionó el día 11 la propuesta del Ejecutivo de coalición eslovaco de no conceder la ayuda a Grecia, un préstamo bilateral de unos 816 millones de euros, debido a que Grecia es más rica que Eslovaquia. La renta per cápita de Eslovaquia se encuentra en el 72% de la media de la UE, mientras que la de Grecia llega al 95%.
La medida forma parte del paquete de 110.000 millones de euros acordado por los países de la eurozona y el Fondo Monetario Internacional para salvar a Grecia de la bancarrota.
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