El juez deja en libertad sin fianza al detenido por un fuego en Boiro
"Lo han cogido de cabeza de turco", denuncian los familiares del arrestado
Después de casi 48 horas detenido en las dependencias de la policía autonómica, los agentes tuvieron especial cuidado en proteger la imagen de Cándido L. L. Hicieron una táctica de despiste para que todos los periodistas que esperaban la llegada del presunto incendiario de Boiro a los juzgados de Ribeira grabasen un coche vacío mientras el detenido entraba por la puerta principal sin que ninguna cámara lo advirtiera. Algún funcionario ya sospechaba el desenlace: tras algo más de una hora de declaración ante la juez, salió en libertad sin fianza.
Pasadas las 13.00 horas de ayer, una sonrisa en las caras de los familiares del arrestado delataba las buenas noticias. "Pero lo que ha pasado ya no se lo quita nadie", lamentaba una sobrina que vive con él en la aldea boirense de Pomar de Río. Enfadada con las autoridades, "que lo han cogido como cabeza de turco", y con algunos medios "que lo han tachado de pirómano", su familiar respiraba aliviada por la decisión de la juez.
El abogado, Juan Folgar Lou-ro, explicaba a la salida del juzgado que la instrucción sigue abierta, pero que no hay ningún cargo contra su defendido y que el ministerio fiscal solicitó la libertad provisional sin fianza. "Lo que está clarísimo es que este hombre no tiene nada que ver con el incendio forestal que ha asolado la localidad de Boiro estos últimos días. No hay ningún indicio de que participase en ningún fuego y menos ese, que estaba a cientos de metros. Si se imputara algo no tendría nada que ver con ese incendio. Este hombre se limitó a apagar un fuego de unos matorrales de unos seis metros cuadrados que estaban junto a su huerto", afirmaba el abogado.
Con respecto a las acusaciones de que los operarios de un helicóptero lo sorprendieron prendiendo fuego, el letrado aseguró que no existe ni acta de inspección ocular ni reportaje fotográfico. "Eso y nada es lo mismo", añadió. La familia ya está estudiando posibles acciones judiciales por "la intención de involucrarlo en algo en que no tiene nada que ver y por la publicidad que se le ha dado al arresto". "El hombre puede salir por la puerta con la cara descubierta porque es un ciudadano honesto, pero estuvo en el lugar y el momento equivocado", concluyó el abogado.
Sin embargo, abandonó los juzgados por la puerta secundaria, con la cabeza tapada por una chaqueta y sin apenas tiempo para meterse en un coche policial que lo condujo de vuelta a su casa, donde también se dirigían sus familiares. A la espera de que las diligencias continúen y pueda recaer algún cargo sobre el arrestado -algo que el abogado descartaba-, lo que tienen claro es que si algún día se vuelve a prender fuego en las cercanías de su casa, no piensan colaborar en apagarlo. "Nos quedaremos dentro, ya hemos visto lo que te puede pasar", decía su sobrina con sorna.
En la persecución de los incendiarios, agentes de la Guardia Civil de Betanzos (A Coruña) detuvieron a una mujer de 72 años. Según informó ayer el instituto armado, la detenida había realizado una quema de la que perdió el control y que finalizó con un incendio forestal que "arrasó unos 4.000 metros cuadrados de pastizal y matorral en una zona muy próxima a casas habitadas".
Por otro lado, dos incendios fueron sofocados ayer en la provincia de Ourense. Uno en la parroquia de Santa María de Lucenza (Cualedro) quemó unas 56,5 hectáreas, la mayoría de monte raso. El otro, iniciado el pasado martes en la parroquia de Santa María de Cernado (Manzaneda) quemó unas 48.
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