Garzón, increpado por familiares en un juicio a militares argentinos

El magistrado español Baltasar Garzón fue abucheado e insultado por familiares de militares juzgados por crímenes durante la dictadura argentina cuando asistió ayer entre el público a una sesión del proceso en la ciudad de Córdoba.

El ex dictador argentino Jorge Videla, que dirigió el país entre 1976 y 1983, está siendo sometido a juicio junto a 24 de sus colaboradores por la muerte de 31 presos políticos en esa ciudad argentina. Videla suma ya cuatro condenas a prisión perpetua por violaciones de los derechos humanos.

El magistrado español abrió una causa judicial contra él y otros militares argentinos en 1996 por la desaparición de 279 españoles durante la dictadura. Trató de forzar sin éxito la extradición de Videla y 45 personas más, a las que había procesado por delitos de genocidio, terrorismo y torturas, entre otros.

Ayer, el ex dictador, de 84 años, decidió retirarse de la sala en la que está siendo juzgado en protesta por la presencia de Garzón. Los otros acusados siguieron sus pasos, mientras sus familiares soltaban una catarata de insultos contra el juez.

"Vivan los cristianos de España, vivan los falangistas, vaya por los terroristas de ETA", gritaban. Algunos de ellos incluso trataron de golpearlo; la policía detuvo a dos personas por este incidente, en el que resultó agredido un periodista que trató de fotografiar la gresca.

Los acusados siguieron el proceso por un circuito interno de televisión desde una sala contigua, como es su derecho en Argentina. Garzón iba acompañado por el secretario argentino de Derechos Humanos, Eduardo Luis Duhalde. Durante su visita de cinco días, el juez ha participado en un seminario sobre violencia machista y en un acto de apoyo a las Abuelas de la Plaza de Mayo como candidatas al Premio Nobel de la Paz.

"Estar aquí es un derecho que tienen los acusados, pero con estas situaciones buscan cargar contra quienes quieren trabajar con la legalidad. Creo que los acusados deberían demostrar dignidad, sobre todo con los testimonios de quienes sufrieron la falta de libertad", aseguró Garzón a los periodistas después del incidente. "Argentina está dando un ejemplo al mundo entero", añadió.

El juez trabaja en la actualidad como asesor externo de la Corte Penal Internacional. Se encuentra suspendido por el Consejo del Poder Judicial en sus funciones de magistrado mientras se dirime el proceso iniciado contra él en el Tribunal Supremo, por haber intentado juzgar los crímenes de la dictadura franquista. Garzón es muy conocido en Sudamérica, también por la persecución judicial contra el ex dictador chileno Augusto Pinochet.

Además, el magistrado anunció el lunes su intención de colaborar con Argentina en el desarrollo de programas relacionados con la defensa de los derechos humanos, después de reunirse con el ministro de Exteriores, Héctor Timerman. El juez podría asistir a un acto con la presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, antes de finalizar su visita al país. Fernández le mostró su apoyo cuando fue suspendido de funciones por el Supremo.