La Generalitat entierra el proyecto de una gran red pública de 'telecos'

El Gobierno catalán ha desistido de nuevo en su intento de crear una gran red pública de telecomunicaciones que una 5.843 sedes de la Administración catalana en todo el territorio. Según fuentes cercanas a este proyecto, los partidos que integran el Ejecutivo (PSC, ERC e ICV) han acordado frenar el proyecto, que requería una inversión de 662 millones de euros, y limitarlo a las comarcas del Ebro. Estas fuentes señalan que el capital requerido se reducirá en un 90%, es decir, a poco más de 60 millones de euros, y agregan que el proyecto podría aprobarse en el Consell Executiu de hoy, si bien no descartan que pueda aplazarse al del 31 de agosto.

La creación de un operador neutro de telecomunicaciones ya se planteó en los comienzos del primer Gobierno tripartito como competencia a Telefónica. Pero lo que era un proyecto estrella se fue desdibujando hasta que el Ejecutivo de Pasqual Maragall lo dio por liquidado. A pesar de que el actual presidente, José Montilla, lo rechazó siendo ministro de Industria -aseguró que esa idea estaba ya "sobrepasada"-, Joan Puigcercós lo rescató cuando fue nombrado consejero de Gobernación. No en vano, ERC se quedó sola en el primer tripartito defendiendo ese proyecto, que no despertó demasiadas simpatías entre los socialistas.

La inversión será el 90% inferior: unos 60 millones, en lugar de 662

A ese desinterés del PSC se han añadido ahora los recortes presupuestarios que se están aplicando para contener el déficit público. La mayor parte de la inversión provendrá del consorcio adjudicatario, pero fuentes del sector apuntan que ello no evitará que en los primeros años de despliegue sea necesaria una fuerte inyección de capital público.

La licitación del operador, que se llamará Gestor de Infraestructuras de Telecomunicaciones, tampoco despertó el interés esperado entre las empresas. Solo se presentaron tres de los cinco consorcios previstos: Abertis, Mediapro y Telefónica (junto a la canadiense Axia). Abengoa (a través de Telvent), Gas Natural (Ufinet) y Bouygues (Axion) declinaron participar en el proceso de diálogo competitivo entre el Gobierno catalán y las empresas.

La desidia vino de la fuerte inversión requerida y la baja rentabilidad que ofrecía la Administración. La concesión era a 20 años, en los cuales se debían invertir 662 millones de euros -más IVA y la inflación anual, lo cual situaba el monto total en unos 800 millones-, mientras que la rentabilidad era cercana al 6,5%. El sector consideraba que la red podía ser deficitaria en 20 años, puesto que las tarifas de las telecomunicaciones van descendiendo, y que no se preveían compensaciones.

A pesar de que el objetivo de la red era conectar edificios públicos, la capacidad sobrante se podía vender al mercado en competencia con el resto de los operadores. Pero ante un posible mazazo de Bruselas, la Generalitat excluyó del concurso el área metropolitana de Barcelona. La posibilidad de que hubiera más restricciones de la Comisión Europea restaba atractivo al proyecto.

La secretaria de Telecomunicaciones aseguró ayer desconocer si el proyecto se llevará hoy al Consell Executiu. Un portavoz de Gobernación declinó dar datos sobre el acuerdo que ha alcanzado el tripartito y señaló que su aprobación podría aparcarse hasta el primer Consell Executiu tras las vacaciones.