Los suspensos solo afectan a las cajas más pequeñas

El Gobierno está "satisfecho" con el resultado del sistema financiero español en las pruebas de solvencia. Al menos así lo afirmó ayer la vicepresidenta segunda y ministra de Economía, Elena Salgado. Sí, en el peor de los escenarios previstos por los stress test, cinco de los siete bancos europeos que suspenden son españoles, pero eso se debe al mayor ejercicio de transparencia que ha hecho respecto a los socios europeos. España ha desnudado al 95% de su sistema financiero, ningún país de la Unión Europea lo ha hecho. Ahí está la clave, explicó Salgado, que afirmó que para encontrar a la primera entidad española con deberes, es decir, con necesidad de captar capital, hay que analizar a más del 75% del sistema financiero.

El Gobierno confía en que los mercados premien los buenos resultados

"La reforma financiera sigue siendo necesaria", dice la ministra

Así es. Las ocho mayores entidades españolas (Santander, BBVA, el grupo de Caja Madrid, La Caixa, el Popular, el grupo de Caja Astur, la fusión de cajas gallegas y el Banco de Sabadell), que representan el 76% del sector financiero, aprueban las pruebas de resistencia. El requisito mínimo para el examen era el 50% y a lo más que han llegado otros países es al 65%.

La recuperación económica española se enfrentaba ayer a una prueba casi tan decisiva como la anhelada y reclamada reforma laboral. Al fin y al cabo, en un sistema capitalista, la banca es el corazón que bombea sangre, o sea dinero. Y no había faltado quien había sugerido que el infarto del sector financiero español era inminente. Así que el Gobierno había apostado fuerte en la partida. Quería demostrar a los mercados que las entidades no tenían nada que esconder. Y para lograrlo, las pruebas a las que se sometió la banca fueron más exigentes que en el resto de Europa.

"Las hipótesis son muy duras", definió Salgado, en la rueda de prensa que convocó por la tarde para valorar los resultados de las pruebas. Entre los supuestos que definían la peor de las situaciones se contempla una caída del PIB del 3% hasta 2011 o una desplome del precio de la vivienda nueva sin acabar del 50%. "Los escenarios son peores porque tenemos un sector inomobiliario mayor. También por los spreads -prima de riesgo-, que son más altos y son más exigentes", justificó.

Pero el Gobierno cree que ese panorama está muy lejos. Tanto que es casi imposible que llegue. "Es muy poco probable. Solo hay un 1% de probabilidad de que se produzca", explicó Salgado queriendo descartarlo. La ministra enfatizó que "en el escenario central" de las pruebas de resistencia ninguna entidad española, sea banco o caja, suspendería.

Pero es en el peor escenario, el más llamativo, donde aparecen las cuatro entidades (cinco al incluir Cajasur, ya comprada por la caja vizcaína BBK) que tendrían necesidad de captar capital. En total, 1.835 millones, que según Salgado, no tendría ningún impacto sobre la deuda española si estas entidades decidieran acudir a las ayudas públicas. El Fondo de Reordenación Ordenada Bancaria (FROB), de momento, tiene más recursos disponibles y por tanto no sería necesario emitir más títulos de deuda.

Con estos resultados sobre la mesa, el Gobierno espera que a partir del lunes los mercados actúen con racionalidad y que sean capaces de separar el grano de la paja, algo que no han sido capaces de hacer hasta ahora. "Los mercados son más inteligentes de lo que a veces creemos", confió la ministra. "No esperamos que este ejercicio de mayor transparencia vaya a ser penalizado. No tenemos nada que esconder", ahondó.

Sin decirlo abiertamente, Salgado sugirió que las mejores notas del resto de la banca europea deben mucho a los más de 250.000 millones de euros en ayudas públicas que ha recibido ya de sus Gobiernos. No obstante, descartó que la reestructuración del sector financiero en España llegue tarde. "La crisis financiera quema sus etapas", analizó. Según su tesis las entidades españolas han recurrido a la ayuda pública cuando la tormenta financiera ha acabado trasladándose a la economía real y ha disparado la morosidad.

El buen resultado de las pruebas de resistencia, en opinión de Salgado, no debe servir para dejar de lado los cambios en el sistema financiero que hay en marca en todo el mundo. "La reforma del sector sigue siendo necesaria. Es conveniente regular los derivados, una supervisión más estricta y una mejor regulación financiera", zanjó la ministra.