Una joven de 15 años, séptima menor rescatada de la prostitución en un mes

Una adolescente de 15 años originaria de Nigeria es la séptima menor liberada de una red de prostitución en Cataluña en el último mes. Tres proxenetas de Ghana y Nigeria explotaban, supuestamente, a la víctima, según informó ayer el Cuerpo Nacional de Policía (CNP). La joven ha pasado a disposición de la Fiscalía de Menores y, previsiblemente, acabará bajo la tutela de la Generalitat.

En un mes, los cuerpos policiales que actúan en Cataluña han informado de la liberación de siete menores de edad que sufrían explotación sexual. Los Mossos d'Esquadra aseguran que, teniendo en cuenta únicamente sus actuaciones, no existe un incremento de esta tipología delictiva. El CNP admite un repunte. "Es evidente que hay un aumento. Pero no se puede decir que haya una nueva tendencia delictiva", explica un portavoz de la Jefatura Superior de Cataluña, en referencia a que no han detectado redes especializadas en captar a menores para prostituirlas en España.

Una joven rumana de 15 años era explotada 12 horas diarias en el Raval

El nuevo caso descubierto ayer en una redada conjunta del CNP con los Mossos y la Guardia Urbana de Barcelona supone una ruptura en la tendencia anterior porque la menor es de origen nigeriano. Hasta ahora, todas las adolescentes liberadas procedían de Rumania y habían llegado a España atraídas por promesas de trabajo que resultaron ser falsas. "Eso demuestra que no hay conexión entre los casos", asegura un portavoz policial. Los agentes han detenido a 19 personas a raíz de los siete casos de prostitución de menores. cifra de siete jóvenes liberadas de las garras de los proxenetas supera con creces el número de menores explotadas sexualmente en 2009 en Cataluña y liberadas, según la policía. A estas alturas, el año pasado se había rescatado a una o dos adolescentes. En 2009 se descubrió en toda España a 13 menores que ejercían la prostitución, según un informe del Ministerio de Igualdad basado en datos del Ministerio de Interior. Sólo Cataluña ha superado la mitad de esa cifra en lo que va de 2010. La Dirección General de Atención a la Infancia y la Adolescencia (DGAIA) de la Generalitat negó un aumento de los casos. Un portavoz atribuyó el repunte a distintas redadas policiales y aseguró que hace falta tiempo para conocer la evolución. Tras el nuevo caso de ayer, EL PAÍS trató, sin éxito, de conocer la opinión de la Administración autonómica. La DGAIA no aporta datos sobre las menores tratadas en sus centros por explotación sexual. La Fiscalía de Menores de Cataluña tampoco dispone de cifras que permitan dibujar la evolución del fenómeno. 'Algunas veces las menores pasan directamente a la DGAIA', esgrime su portavoz y fiscal delegado, Juan José Márquez. Para Márquez, la explicación del incremento puede radicar en una mayor persecución por parte de la policía. Nadie tiene una respuesta certera ante lo que está ocurriendo. Para el CNP es casi una cuestión de casualidad: 'Se han dado una serie de circunstancias coincidentes en el tiempo y en el espacio', asegura su portavoz. El Departamento de Interior guarda silencio. La entidad catalana Sicar, dedicada a la atención a las mujeres explotadas sexualmente, matiza que quizá no hay más casos, sino que salen más a la luz. 'La Generalitat comienza a ser más sensible con este tema y, por tanto, es posible que haya aumentado la detección', explica la pedagoga y trabajadora social de la entidad Rosa María Cendón. Cendón sostiene que es muy complejo conocer el mapa real de la prostitución. 'Falta formación y hay muchos territorios que no están atendidos por nadie', explica, en referencia a la inexistencia de organismos que trabajen en zonas como Tarragona o Lleida. Una complicación que se agrava en el caso de las menores: 'Puede haber muchas adolescentes que estén en algún centro de la Generalitat y no estén identificadas como víctimas de explotación sexual'. El 25 de junio el CNP informó de que una adolescente de 15 años era obligada a prostituirse 12 horas diarias en el Raval. A través de ella, dieron con una joven de 16 años que ejercía en un burdel de Lliçà de Vall (Vallès Oriental). Ambas eran víctimas de la misma red. Tres días después, los Mossos explicaron a la prensa el rescate de una joven que había sido amenazada de muerte, coaccionada y agredida físicamente para que se prostituyese. La menor tenía 16 años. La red que la explotaba había captado ya a otra chica de la misma edad que estaba a punto de empezar a ejercer. El 1 de julio, los Mossos hallaron a una menor de 17 años ejerciendo en la Nacional II, en Vidreres. Había llegado a España poco después que su hermana, de 21 años, que vendía su cuerpo en la misma zona. El viernes pasado el CNP salvó a otra adolescente de 15 años que recibía palizas, coacciones y amenazas para que se prostituyese 12 horas al día. La menor comía solo una vez al día y había sido sometida a un periplo de prostitución por Italia. Sobre la séptima víctima, todavía no se sabe cómo llegó a España ni en qué condiciones estaba. Si continúa la tendencia de más de un caso por semana, en breve llegará la octava menor rescatada en Cataluña. Para saber qué está ocurriendo, habrá que esperar.