Esta es la historia de la extraña semana en que una contable francesa desconocida de mediana edad desestabilizó al Elíseo y monopolizó ella sola, tal vez sin quererlo, toda la agenda política de un país ya de por sí convulso actualmente. Empezó el martes a las 5.15, cuando un periodista de radio despertaba al consejero de Comunicación de Nicolas Sarkozy.
Lo que comenzó como un pleito familiar interpuesto por la hija de Liliane Bettencourt contra el fotógrafo François-Marie Banier por "abuso de debilidad", esto es, por aprovecharse de la anciana para hacerse regalar 1.000 millones de euros, se ha transformado, debido a las grabaciones del mayordomo y a las revelaciones de la contable.
Al Gobierno de Venezuela le tiene sin cuidado que el presidente del canal de noticias Globovisión, Guillermo Zuloaga, acudiese el viernes a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA, en Washington, para decir que es un perseguido político y pedir justicia.
Las esculturas, las hileras de árboles no consiguen mitigar el aire frío e impersonal de las ciudades-hospital. En la de Tel Hashomer, a las afueras de Tel Aviv, yace Ariel Sharon, el ex primer ministro israelí que durante décadas modeló el presente y esbozó el futuro de Oriente Próximo.
La segunda caza del hombre que ha vivido Reino Unido en poco más de un mes acabó a la una y cuarto de la madrugada del sábado -una hora más en la España peninsular- cuando Raoul Moat de 37 años, cercado por la policía en la campiña del norte de Inglaterra, se suicidó de un disparo.