Medel-Pulido: diálogo de sordos

Desde que el pasado día 29 los presidentes de Unicaja y Cajasol, Braulio Medel y Antonio Pulido, respectivamente, anunciaran que iban a "estudiar el posible desarrollo de una actuación conjunta en el proceso abierto de adjudicación de Cajasur, a cuyo efecto los equipos técnicos de ambas cajas procederán con carácter inmediato a dicho estudio conjunto" los acontecimientos han discurrido a distinto ritmo del que daban por cierto algunas informaciones. Fuentes de la negociación han indicado que, en ningún momento, técnicos de una y otra entidad se han sentado frente a frente con papeles en la mano para cruzar los datos y negociar una oferta conjunta por Cajasur, y que la negociación ha sido prácticamente imposible. El comunicado lo decía claro: "Estudiar el posible desarrollo de una actuación conjunta", algo que no ha ocurrido finalmente.

Con los plazos corriendo, el viernes 2 de julio desde la plaza de San Francisco de Sevilla se reiteraban las llamadas telefónicas a la avenida de Andalucía de Málaga para encontrar un interlocutor y fijar una reunión en la que poder aclarar posturas. "Que los políticos no nos marquen el ritmo", dicen en Sevilla que se les contestó desde la Costa del Sol. Desde Unicaja achacaban a Cajasol un retraso de 48 horas en nombrar a sus interlocutores.

El lunes 5 el director general adjunto de Cajasol, Lázaro Cepas, viajaba a Málaga para establecer los contactos, también con resultado infructuoso. Y el martes 6, la intervención directa del presidente de la Junta, José Antonio Griñán, dio origen una convocatoria de reunión de urgencia en Córdoba, que no llegó a celebrarse, y una convocatoria, también urgente, para que ambos presidentes y sus equipos se sentasen frente a frente en la sede de Economía y dieran explicaciones al responsable de la política financiera, el consejero de Economía, Antonio Ávila. Economía no confirmó este encuentro. Casi a la misma hora, pero en la sede del PSOE de Andalucía, Griñán adelantaba a los miembros de su ejecutiva que el acuerdo no había sido posible e instaba a estar muy atentos a la reforma de la ley de cajas del Gobierno central.

El resultado de la reunión es elocuente. A la cita no acudió el presidente de Unicaja sino Manuel Azuaga, recientemente nombrado director general. Por parte de Cajasol acudió su presidente, quien realizó una presentación al consejero de los escenarios posibles para la puja, con tres documentos y dos ofertas, una individual y otra conjunta. Desde Unicaja se alegó la dificultad técnica de establecer una oferta conjunta, según fuentes de Cajasol.

La reunión finalizó con un compromiso para que los consejos de administración, convocados horas después, aprobaran una nota en la que se daba vía libre a la presentación de ofertas individuales por Cajasur, que estarían vinculadas entre ambas si finalmente alguna sale ganadora. Se debía añadir un punto final en el que ambas entidades se comprometían a iniciar un acuerdo de integración, algo que quedó finalmente edulcorado en las notas enviadas por las dos entidades.