La sociedad vasca desconfía de la apuesta política de Batasuna

La teórica apuesta de la izquierda abertzale por las vías políticas en exclusiva no ha convencido al grueso de la sociedad vasca. Dos de cada tres ciudadanos perciben en el entorno de la antigua Batasuna "poca o ninguna voluntad" de incorporarse al sistema democrático, según los últimos datos del Euskobarómetro, el estudio sobre la opinión pública en Euskadi que elabora cada seis meses la Universidad del País Vasco. Aun así, casi la mitad de la población de la comunidad autónoma ve con buenos ojos la configuración de un polo soberanista, siempre que esté supeditado a una condena previa de la violencia.

Los datos, presentados ayer en Bilbao por su director, Francisco Llera, son incluso más contundentes en relación con ETA, ya que siete de cada diez vascos no aprecian en la banda voluntad de poner fin a sus actos terroristas, pese a que la gran mayoría coincide en que cada vez está más débil. Apenas dos ciudadanos de cada mil muestran un apoyo total a la organización armada, que para un 68% de los encuestados perjudica con su actividad a la izquierda abertzale. El estudio revela también que se ha disparado el optimismo respecto a la evolución de la violencia, que ya solo es el principal motivo de preocupación para el 2% de la sociedad.

La ciudadanía vasca valora la política antiterrorista del presidente Zapatero y comienza a ver más eficaz la lucha contra ETA del actual lehendakari, el socialista Patxi López, que la de su predecesor, el peneuvista Juan José Ibarretxe. La mayoría apoya los esfuerzos encaminados a retirar de las calles de Euskadi los símbolos de enaltecimiento del terrorismo y estima el plan de deslegitimación de la violencia puesto en marcha por el Gobierno autónomo, aunque la división es patente respecto a la aprobada presencia de víctimas en las aulas escolares para relatar su experiencia. La demanda de un acuerdo contra la banda entre los distintos partidos democráticos es casi unánime.

El reconocimiento en materia antiterrorista, pese a todo, es uno de los pocos que la sociedad vasca brinda al Ejecutivo autónomo socialista en la última oleada del Euskobarómetro. La desconfianza en torno a su gestión se mantiene para un 57% de los ciudadanos y apenas un 18% consideran que el actual mandato será "mejor" que el anterior. Casi dos de cada tres vascos siguen en desacuerdo con el pacto de estabilidad firmado por PSE y PP en Euskadi.

Los populares son los que más castigados salen en el estudio, ya que un 65% de las 1.200 personas que fueron entrevistadas entre el 6 y el 28 de mayo considera "mala" su labor de oposición. Tampoco el PNV queda mucho mejor parado. Solo una cuarta parte de la población respalda su acción desde la salida de Ajuria Enea. Aintzane Ezenarro, de Aralar, es la única política que aprueba, aunque con una pírrica puntuación de cinco sobre diez.

El que también se hunde en Euskadi es José Luis Rodríguez Zapatero, que apenas supera el tres de valoración, lastrado por una crisis económica que los vascos consideran que no es tan aguda en Euskadi como en el resto de España.