La Comunidad recula para evitar la huelga 'salvaje' de Metro

El Gobierno regional ha echado el freno para hacer un regate e intentar limitar la huelga del metro convocada a partir del lunes, ese día con servicios mínimos del 50%. Y, sobre todo, para evitar los paros salvajes -sin respeto a los servicios mínimos- anunciados por los sindicatos para martes y miércoles, después de que se apruebe el lunes el proyecto de Ley de Medidas Urgentes que incluye rebajas del 5% en los sueldos de los funcionarios y los trabajadores de las empresas públicas regionales.

Por eso, el PP aprobó ayer en la Asamblea una disposición adicional al proyecto de ley dirigida exclusivamente a Metro. Establece que sus 7.600 trabajadores sufrirán una reducción del 5% en la masa salarial mediante negociación -hasta ahí igual que el resto-, pero abre el camino a "otra fórmula" de rebaja de los gastos de personal sin tocar tanto los sueldos.

Es decir, en el caso de Metro, sindicatos y empresa podrán negociar si prefieren recortar en prestaciones sociales, pluses de productividad, ampliación de plantilla o en formación. El objetivo es reducir ocho millones de euros del presupuesto de 2010.

No hay ninguna enmienda similar para el resto de las empresas públicas afectadas: Mintra, Canal de Isabel II, Avalmadrid y Telemadrid. Solo se permite una negociación más flexible con el suburbano, una negociación que la dirección de Metro había pedido desde que se aprobó el decreto nacional de recortes de funcionarios. Primero, porque esperaban que la empresa quedara fuera de las rebajas, igual que el Gobierno nacional ha excluido a empresas públicas de transporte como Aena o Renfe. El Ayuntamiento de Madrid también dejó fuera de sus recortes a la plantilla de la Empresa Municipal de Autobuses (EMT).

La dirección de Metro comunicó la noticia por separado a los tres principales sindicatos de la empresa (CC OO, UGT y Sindicato de Conductores) con la esperanza de que ayude en una posible negociación. Pero la respuesta, de momento, no es positiva.

La dirección de Metro espera que este giro ayude a alcanzar un acuerdo con los trabajadores, según fuentes próximas a Metro, aunque prevé que será una negociación "difícil" en la que seguramente habrá que reducir parte de los sueldos, aunque en menor proporción que en las demás empresas públicas. Y nadie espera que se desconvoque la huelga del lunes, en la que sí se respetarán los servicios mínimos.

El grupo parlamentario popular también confía en que la modificación aprobada ayer contribuya a facilitar el proceso y niega que esta sea el resultado de la presión ejercida por la huelga. El cambio, explican, se debe a que Metro tiene un régimen especial -la mayor parte del accionariado pertenece al Ayuntamiento de Madrid- y una estructura de personal "compleja" que hace más recomendable flexibilizar las fórmulas para rebajar el presupuesto, según Pedro Muñoz, portavoz del PP en la Comisión de Hacienda.

El PSM lo ve de modo diferente. "Es un cambio que claramente tiene que ver con la amenaza de huelga", asegura Adolfo Piñedo, diputado socialista. "Si no es así, ¿por qué no lo han incluido en el resto de las empresas públicas? ¿Por qué no permiten también una negociación más flexible en Telemadrid o el Canal?", pide Piñedo. Su partido se abstuvo ayer en la votación. Los socialistas llevaban una disposición adicional diferente que no prosperó. Reclamaron eliminar la rebaja de todas las empresas públicas, justo lo que piden los sindicatos de Metro, que ayer seguían en pie de guerra pese al giro de la Comunidad de Madrid. "Recorten de donde recorten siguen vulnerando nuestro convenio colectivo", rechaza Ignacio Arribas, de CC OO. "Nos tendrán que explicar de dónde quieren reducir, pero no nos vale", advierte Teo Piñuela (UGT). "No hay negociación que valga ni tampoco paso atrás", añade Vicente Rodríguez, del Sindicato de Conductores. Todos coinciden en que habrá huelga el lunes y se respetarán los servicios mínimos. La asamblea de trabajadores del lunes por la noche decidirá si el martes se respetan o no esos mínimos.

El consejero de Transportes, José Ignacio Echeverría, lanzó una advertencia a los huelguistas: "El trabajador de Metro que crea a los sindicalistas que le animen a incumplir los servicios mínimos se puede meter en un problema muy gordo y se están equivocando".