El 'botellódromo' no entusiasma

Las botellas están en alto. La delegada del Gobierno en Madrid, Amparo Valcarce, ha enviado una carta a los municipios de la región para pedirles que se adhieran a su plan antibotellón: acotar áreas donde beban los jóvenes durante las fiestas, para evitar molestias, y acompañar los botellódromos con medidas policiales y sanitarias para prevenir o resolver incidentes. Los alcaldes valoran el interés de Valcarce, pero no tienen necesidad de adoptar reglas distintas a las que tienen: cada uno las suyas.

- Collado Villalba: copas en paz. En Collado Villalba (55.000 habitantes), el botellón no es un quebradero de cabeza, según su alcalde, José Pablo González Durán (PSOE). Cuenta que los jóvenes de su municipio "son respetuosos" y que "no hay puntos conflictivos" de consumo de alcohol en el municipio. No tienen una normativa específica para este asunto. ¿Y cuando hay fiestas? "Está autorizado beber en las casetas de las peñas, y los jóvenes se juntan en un aparcamiento a las afueras; reforzamos el lugar con más contenedores", explica González.

- Pozuelo: un año después de la kale borroka. En Pozuelo de Alarcón (82.400 habitantes) tienen memoria fresca de un cisma urbano provocado por el alcohol y el vandalismo de algunos jóvenes. En las fiestas del verano pasado hubo 20 detenidos, 10 policías heridos y destrozos urbanos en una noche en la que un grupo de chavales montó una gresca con los agentes. Aseguran que, aparte del lío de entonces, los jóvenes no crean problemas con sus fiestas. Ahora bien, esperan a que se concrete el plan de la Delegación para ver si adoptan las medidas que plantean.

- Alcobendas no quiere pabellones para beber alcohol. Los botellódromos no están en los planes del gobierno popular de Alcobendas (109.000 habitantes). El concejal de Seguridad Ciudadana, Alberto Hervias, defiende su fórmula: vigilancia policial por las noches y campañas educativas de la Concejalía de Juventud. En Alcobendas dicen que nunca han tenido problemas con el botellón y consideran que el plan de Valcarce ataca el efecto, no la causa.

- Getafe: Castro pide ley seca en las calles. Pedro Castro, alcalde socialista de Getafe y presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), apoyó ayer la iniciativa de la Delegación de Gobierno. Como portavoz de la FEMP defiende que el Gobierno central apruebe una ley vinculante que obligue a los Ayuntamientos a cercar zonas para que los chicos beban. En su municipio, de 167.000 habitantes, ya tienen una técnica similar a la que propone Valcarce. Según Castro, los jóvenes han aceptado beber recogidos: "Tenemos un pacto con los chavales para que beban en un espacio acotado del centro".