Días de altas inauguraciones
elBulli inicia su penúltima temporada y Mugaritz resurge de sus cenizas
"La ilusión es ignífuga". Esta declaración de principios la llevaban grabada en una camiseta amigos y colegas del chef de Mugaritz (www.mugaritz.com) el pasado domingo. Era el 39º cumpleaños de Andoni Luis Aduriz y también cumplía, tras unas obras a contrarreloj, el sueño de ver renacido de las cenizas el famoso caserío de Rentería. El pasado 15 de febrero un incendio arrasó la cocina, y los fogones se encienden hoy al tiempo que un hermano en vanguardia culinaria: elBulli (www.elbulli.com). "Abrimos los dos el 15 de junio", le dijo al cocinero vasco su maestro catalán. Y así es.
"La cocina española está muy viva", proclama Adrià, que anda en "dos trabajos paralelos": el día a día de la penúltima temporada del restaurante y el centro de creatividad e investigación en el que se transformará en 2014. Y además, el proyecto con su hermano de un restaurante casero.
Igual que golpeando maderas del quemado Mugaritz unos txalapartaris extraían el domingo música de buenos augurios, el personal del renovado Mugaritz enciende hoy la mecha de una radicalidad estética y gastronómica. Una combinación, confiesa Aduriz, de "lo carnal y lo espiritual". El mundo vegetal base del menú invadirá por grandes ventanales una blanquísima y ultramoderna cocina. El personal de sala bailará de forma armónica entre las mesas, que se despojan de objetos y se iluminarán cuando se siente el comensal, como un teatro del gusto. Podrá comerse con cubiertos o con los dedos. La dualidad es, según Aduriz, marca de la casa.
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