La UE espera que Netanyahu acepte aliviar pronto la situación humanitaria en Gaza

La Unión Europea volvió ayer a mostrarse impotente ante Israel al dejar reducida a "una hipótesis" la posibilidad de que el Gobierno de Benjamín Netanyahu acceda a abrir en los próximos días una vía de acceso a Gaza de materiales y productos de uso civil para aliviar la situación humanitaria de 1,5 millones de palestinos allí cercados. "Tony Blair y nosotros creemos que eso será autorizado. No es seguro. Es solo una hipótesis", reconoció Bernard Kouchner, ministro francés de Exteriores.

Kouchner compareció en conferencia de prensa sin poder ocultar su frustración con los resultados de la reunión de ayer de los jefes de las 27 diplomacias europeas. "No me tiren de la lengua porque entonces voy a tenerles que reconocer que no hay nada que decir", apuntó en un ataque de sinceridad. Rehecho de su malestar y refiriéndose a Gaza, anunció que "nada se hará por vía marítima, porque Israel no lo acepta", y que todavía queda por definir cómo se podrá operar a través de un puesto fronterizo terrestre como el que en Rafah permite el tránsito exclusivo de personas entre Gaza y Egipto.

De momento se está trabajando en la elaboración de "una lista limitadora de lo que no puede entrar" en la franja, señaló Kouchner. Blair, emisario del Cuarteto (EE UU, UE, Rusia y la ONU), que acudió a Luxemburgo para explicar a los ministros el resultado de sus reuniones de los últimos días con Netanyahu, habló de cambiar la actual lista "que permite la entrada de solo lo que está en ella a otra que permita la entrada de todo lo que no figure en ella".

Blair anunció a la prensa que espera que en cuestión de días Israel comience a aliviar el bloqueo a Gaza, impuesto por vía marítima como represalia por la victoria de Hamás en las elecciones de 2006 y desde hace tres años por tierra tras la toma del control del territorio por las armas. Kouchner reveló que Blair habló de acuerdo para la próxima semana. "¿Pero es cierto? No lo sabemos", precisó. "Si queremos convertir esta esperanza en un hecho no debemos mezclar" el aligeramiento del cerco con la investigación internacional sobre el ataque a la flotilla humanitaria del Mavi Mármara, agregó Kouchner.

Menos aún que decir sobre el debate anual sobre la Posición Común que desde 1996 supedita las relaciones con Cuba a las mejoras de los derechos humanos en la isla. "El Consejo no va a adoptar conclusiones", anunció Miguel Ángel Moratinos.

España se había empeñado en que los ministros anularan la Posición en esta revisión de cada mes de junio y, una vez reconocido que era imposible lograrlo por la negativa en redondo de diversos Gobiernos (Alemania, Francia, República Checa y Suecia), confiaba en que hubiera una declaración instando a la reflexión sobre ese cambio de enfoque. "A raíz del diálogo entre la Iglesia católica y Cuba, y para que el proceso tenga éxito, he pedido a mis colegas que no se adopten conclusiones y que nos demos un tiempo razonable para juzgar los resultados", declaró Moratinos para justificar el contratiempo. "El Gobierno de España está satisfecho con esta 'no decisión". Aparentemente, el plazo razonable llega a septiembre. A España se le ha pedido que ofrezca entonces una valoración supeditada a "avances sustantivos en derechos humanos".