Zapatero: "Ni cambio ni bandazo, sino responsabilidad pensando en el futuro"

Después de dos semanas de contención ante las críticas, el presidente del Gobierno se desquitó ayer en Elche (Alicante) de los reproches por los ajustes que aprobó el jueves pasado su Consejo de Ministros. "Ni cambio ni bandazo, sino responsabilidad pensando en el futuro de España y no en las elecciones", clamó Zapatero ante más de 4.000 socialistas llegados de toda España, entre los que había cerca de 2.000 alcaldes y concejales.

Después de muchas semanas sin actos del PSOE, dedicado como está a la presidencia europea y a comparecencias parlamentarias, el líder socialista eligió el acto municipal de ayer para subir el ánimo de su partido y explicar los motivos de los recortes extraordinarios anunciados el pasado día 12 en el Congreso de los Diputados.

El líder socialista sostiene que la crisis requiere actuar con "determinación"

"En esta crisis, la más profunda de la historia contemporánea mundial, las circunstancias cambian y hay que responder con contundencia y determinación". Esta fue una de las fórmulas que utilizó para defenderse de las acusaciones de improvisar y de dar bandazos. A sabiendas de que la izquierda social, electoral y la de su partido denuestan las medidas adoptadas, proclamó que las señas de identidad que defiende, las del PSOE, siguen invariables. "Estamos al lado de los trabajadores, de los más débiles, pero ahora hay que tomar decisiones difíciles para defender el Estado de bienestar", justificó. Consciente también de que todos los sondeos de opinión dan, machaconamente, como perdedor al PSOE, afirmó: "Hoy más que nunca, antes que nada, está el interés de España por encima del interés del partido". En ese momento se prodigaron los gritos de "¡valiente, valiente!", que ya antes se habían escuchado en el Pabellón de Deportes de la Universidad Miguel Hernández, destinados a dirigentes y alcaldes socialistas.

La secretaria de Organización, Leire Pajín, con bastante solemnidad y un punto de emoción, rememoró la trayectoria de Zapatero: "Nadie le ha puesto las cosas fáciles, pero José Luis es un corredor de fondo, un gran dirigente, pero sobre todo un magnífico presidente", que "sacará a España de la crisis".

Esta confianza en que España saldrá de la crisis también la transmitió Zapatero durante toda su intervención. Es más, se mostró convencido de que la sociedad lo entenderá: "Los ciudadanos valorarán en su momento las decisiones que unos y otros hayan tomado". Aunque dijo que no quería hablar de sus rivales, de manera indirecta les lanzó una advertencia: "No acepto ni una sola crítica de aquellos que nunca se acordaron de la política social, ni ayer ni hoy ni se acordarán mañana".

Esta intervención en Elche le sirvió a Zapatero para dejar en el auditorio las cifras de su política social desde que llegó al Gobierno y, sobre todo, las referidas a los colectivos que ahora se ven afectados por el recorte. Tuvo un apartado para cada uno de ellos: los funcionarios, los pensionistas y los dependientes. A todos, y sobre todo a los empleados públicos, les agradeció "este esfuerzo para ayudar a los que están peor".

Pero los ajustes, precisó, se van a hacer con equidad, de manera que "a los que más tienen se les pedirá más esfuerzo". Parecía que esta era la entrada para hablar de la próxima subida de impuestos para rentas altas, pero no fue así. Ahí se quedó. Sí dejó claro que el recorte de 15.000 millones de euros que el Gobierno está obligado a hacer en dos años no tocará el capítulo del subsidio de desempleo, que se lleva 30.000 millones de euros al año y que beneficia a tres millones de parados. No dijo nada sobre qué pasará cuando a muchos de ellos se les acabe la prestación. Pero la expectativa del presidente es que "con el rumbo trazado, las medidas darán resultado".