Líderes bajo mínimos
En plena crisis, la confianza ciudadana en Zapatero y Rajoy se hunde
"Si uno de los dos grandes partidos cambiara de candidato antes de 2012 ganaría con facilidad las generales", asegura un destacado dirigente del PP que ha participado en varias campañas electorales. Nunca han coincidido a la vez en unas valoraciones tan negativas los líderes de los dos principales partidos, según las series históricas de los sondeos del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) y de Metroscopia para EL PAÍS. Si José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy llegan como candidatos en 2012 será también la primera vez que se enfrenten en tres elecciones generales seguidas los mismos cabezas de lista. Según el citado dirigente del PP, hay un cansancio ciudadano respecto a los dos candidatos y en momentos de crisis se premiaría a quien aportara caras nuevas. Zapatero lleva diez años al frente del PSOE y ha ganado dos elecciones. Rajoy va para siete años como líder del PP, con dos derrotas.
Amplios sectores de PSOE y PP desaprueban a sus propios dirigentes
Zapatero empezó en 2000 con una valoración, según el CIS, de 5,57, y en el último sondeo estaba en 3,71. Su llegada a La Moncloa en 2004 le supuso una subida hasta el récord de 6,61. La bajada ha sido prácticamente constante desde que se inició la crisis en esta legislatura. Según Metroscopia, entre los votantes del PSOE la valoración de su líder también ha descendido de forma progresiva.
Un alto dirigente del PSOE asegura que lo positivo de esos datos es que se inscriben en un desgaste general de la clase política y lo peor es que en las dos últimas generales los socialistas han puesto al candidato por encima de las siglas, con campañas muy personalistas. "Nuestro activo era el candidato y lo explotamos, pero ahora no podemos repetirlo", asegura. Zapatero necesita reinventarse y recomponer su discurso. La próxima campaña será de marcas, no de candidatos, porque según la expresión de un experto del PSOE, "no se puede ser a la vez Peter Pan y Churchill".
Antes de cada elección, los partidos encargan estudios cualitativos para saber qué características aprecian o rechazan más los ciudadanos del candidato. En el caso de Zapatero, según un miembro de su equipo de campaña, una de las cualidades más reconocidas era la credibilidad. Ahora ese valor ha caído en picado. Según Metroscopia, entre el electorado del PSOE son mayoría los que tienen poca o ninguna confianza en Zapatero.
Lo llamativo es que al mismo tiempo Rajoy se ha empeñado en hacer bueno el principio de Andreotti según el cual desgasta más estar en la oposición que en el Gobierno. Nunca ha despertado entusiasmo, pero desde 2003 su nota, según el CIS, ha bajado de 4,63 a 3,50. Según Metroscopia, un 46% de sus propios votantes desaprueba su gestión.
Belén Barreiro, presidenta del CIS, inscribe estas valoraciones negativas en la polarización y en la mala imagen de todos los políticos por la corrupción. Considera llamativo que los políticos se hayan consolidado como tercer problema para los españoles, de forma que la corrupción termina por afectar a todos, al extenderse la tesis del "todos son iguales".
La tesis de los expertos es que el PP tiene un voto muy encapsulado y fiel, porque no compite con nadie, mientras que el PSOE compite con otras opciones y sobre todo con la abstención. El PP convive con la contradicción de ser el más votado y tener el líder más rechazado.
Para Óscar López, miembro de la Ejecutiva del PSOE y experto en campañas, el desgaste de Zapatero es lógica consecuencia de la crisis, porque "no se calibra el momento histórico en el que estamos", y es recuperable, mientras que el de Rajoy es crónico. Para un alto responsable del PP, los datos del CIS están sesgados y lo fundamental es que "el cambio está consolidado, aunque haya desafección por la crisis, como en 1995".
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