Funcionarios

Compañeros funcionarios: creemos hoy mismo una ONG que se llame estoloarreglamossiemprelosmismos.org con un apartado de donaciones donde puedan hacernos llegar un dinerillo aquellos a los que les gusta hablar de dinero A y B, aquellos que con la burbuja inmobiliaria se llenaron bien los bolsillos, aquellos que en la declaración de la renta nunca declaran lo que hay, aquellos con primas, pluses y repluses. En definitiva, aquellos que con las vacas gordas se ponen redondos y con las flacas miran a otro lado y dicen "que paguen los funcionarios, que para eso viven tan bien".- Mayte García. Trobajo del Camino, León.

Quiero dar las gracias a Santos Juliá por su artículo del domingo 9 de mayo, sobre la poda de funcionarios, sobre el número de funcionarios, etcétera. Estoy cansado de tanto insulto generalizado hacia todos los funcionarios en general, poniendo en el mismo saco a todos, y es que imagino y creo, que somos como cualquier otro colectivo (aquí hay de todo, pero no sobramos todos como algunos quieren hacer creer).

Yo admito todo tipo de reproches que se produzcan en la barra de los bares, porque es lo que tiene unir desconocimiento, ignorancia, envidia y crisis económica, pero no estoy dispuesto a seguir admitiendo insultos gratuitos por parte de algunos "periodistas y políticos", y por eso agradezco algunos análisis y comentarios rigurosos y templados como el que pude leer este domingo.

Sobre el tema de la bajada de los sueldos, mejor lo dejamos para otro día que no conviene hablar en caliente.- Fernando Izquierdo Franco. Burgos.

Un rápido vistazo a las tablas correspondientes a la variación salarial de los funcionarios en relación con el IPC desde 1982 hasta 2007 arroja el demoledor dato de la pérdida de poder adquisitivo en nada menos que un 40%. Considerando que la mayoría de empleados públicos percibe alrededor de 1.200 euros, este colectivo ha dejado de ingresar aproximadamente unos 500 euros. Con el recorte del 5% se detraerán unos 60 euros de media.

Durante los últimos 25 años los cargos públicos nombrados a dedo se han multiplicado exponencialmente, al tiempo que el Estado de las autonomías ha degenerado en estructuras clientelares donde se dilapida el dinero público comprando voluntades. Por si fuera poco, ninguna entidad financiera, sociedad de inversión (matizo, especulación) ha tenido que rendir cuentas por las escandalosas ganancias que han obtenido, aunque hemos acudido raudos a su rescate.

¿Hasta cuándo permitiremos semejantes atropellos y dejaremos de estar anestesiados. Daniel García Delicado. Albacete.