La planta de BP no superó un examen rutinario de control
Los técnicos detectaron una presión inusual en el tubo de salida de crudo
La plataforma Deepwater Horizon no superó una de las pruebas de seguridad a la que la sometieron los técnicos de BP en la mañana del pasado día 20 de abril, horas antes de que una burbuja de gas provocara la explosión que acabaría hundiéndola y causando la muerte de 11 personas. Según el representante por California Henry Waxman, la petrolera le ha facilitado un informe en el que admite que sus ingenieros sabían que había zonas de la tubería de extracción donde había "una presión inusual", atribuible a concentraciones de gas metano.
El Comité de Energía y Comercio de la Cámara de Representantes, que preside Waxman y que ayer interrogó a representantes de BP, Transocean y Haliburton, las firmas que trabajaban en la plataforma, ha descubierto además que su sistema de válvulas de sellado no funcionaba bien. "Al parecer, había una fisura en el sistema hidráulico de las válvulas de sellado", dijo el representante Bart Stupak. Ese sistema no funcionó tras el accidente y facilitó el vertido, que sigue incontrolado.
El sistema de válvulas de sellado no funcionaba bien y facilitó el vertido
En el Senado, el demócrata John Kerry y el independiente Joe Lieberman, presentaron ayer su proyecto de ley medioambiental, con el que buscan poner límites al anuncio del presidente Barack Obama, el 30 de marzo, de abrir las costas del Atlántico y de Alaska a las exploraciones de crudo. Los Estados podrían prohibir las perforaciones a menos de 120 kilómetros de sus costas.
Por el derecho a explotar el yacimiento Misisipi Canyon Area, en el cuadrante MC 252, BP pagó al Gobierno federal 26 millones de euros. Ni un céntimo fue a parar a las arcas de Luisiana, que ahora se enfrenta a un desastre antológico. Kerry subrayó en televisión que el proyecto, que debe debatir y votar el Senado, concedería a los Estados un porcentaje de los ingresos por explotaciones de crudo.
El gobernador de Luisiana, el republicano Bobby Jindal, ha entrado en una carrera frenética para exigir al Gobierno federal y a BP medidas contundentes, más allá de la dispersión de disolventes sobre la mancha. Les ha propuesto construir paredes de lodo en los arrecifes, trasladar barreras de protección desde otros Estados y colocar sacos de arena en las marismas. Ha ordenado, además, el cierre a la pesca de ambas márgenes del Misisipi, dejando a miles de pescadores inactivos.
La petrolera BP, que no disponía de un plan de emergencia específico para un vertido ocasionado por la Deepwater Horizon, ensaya formas de contener el vertido. Intentó colocar una campana de sellado sobre una de las dos fugas que siguen abiertas. La cristalización de la apertura superior de esa estructura, a 1,5 kilómetros de profundidad, se lo impidió. Esta madrugada lo iba a intentar con una versión reducida de esa campana. Ya está colocada en el origen del vertido, a 64 kilómetros de la costa. Ahora los ingenieros deben evitar la misma obturación que experimentaron con la primera. Pero para eso, como para muchas otras cosas en este accidente, BP no tiene un plan.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.