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Vetos en el corazón del deporte catalán

La Generalitat impide participar en un congreso al cardiólogo al que cerró una unidad para atletas de élite

La Secretaría de Deportes del Gobierno catalán, que depende del vicepresidente, Josep Lluís Carod, está negociando con el hospital Clínic de Barcelona un convenio para que este centro realice todas las pruebas y exámenes cardiológicos a los deportistas de élite que se entrenan en el Centro de Alto Rendimiento de Sant Cugat (CAR) y en la residencia Blume.

Fue la misma secretaría la que decidió, el pasado mes de diciembre, cerrar el servicio de cardiología de la residencia Blume, que funcionaba desde hacía años y que había adquirido un notable prestigio entre el sector. Este departamento, dirigido por el cardiólogo Ricard Serra, especialista en medicina deportiva, se encargaba hasta entonces de los chequeos cardiológicos a los deportistas de élite que se entrenan en Cataluña.

Deportes negocia con el Clínic un convenio sanitario para deportistas

En febrero, cuando EL PAÍS publicó que Carod había dejado sin servicio de ecocardiografía a centenares de deportistas, la Generalitat negó tal extremo y aseguró que disponía de un concierto con el Consorcio Sanitario de Terrassa. Estas mismas fuentes, admitieron que habían clausurado la unidad médica de la residencia Blume porque "estaban descontentos" con la labor de Serra.

Cinco meses después, parece que las autoridades deportivas catalanas no están muy satisfechas con el servicio que presta el Consorcio Sanitario de Terrasa porque ya están negociando otro convenio con el hospital Clínic. Fuentes de este centro admitieron que mantienen conversaciones con la Secretaría de Deportes de la Generalitat. Un portavoz del Departamento de la Vicepresidencia también reconoció estas negociaciones, pero precisó que se trataba de un convenio mucho más amplio que abarcaría otras especialidades médicas, matización que negaron desde el Clínic.

En cualquier caso, lo que parece claro es que la Secretaría de Deportes no quedó muy contenta con los servicios del cardiológico Ricard Serra porque, además de clausurarle la unidad de la residencia Blume, el pasado mes de abril también le vetó para unas jornadas sobre medicina deportiva, a pesar de ser uno de los más insignes expertos de Cataluña. Las jornadas se realizaron a finales de abril y el doctor Serra debía pronunciar una conferencia sobre ecocardiografías del esfuerzo. La propia secretaria de Deportes de la Generalitat, Anna Pruna, vetó la participación del cardiólogo, según han admitido varias fuentes.

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Un portavoz de la Secretaría de Deportes rechazó esta versión y comentó que fue el comité científico organizador del evento el que decidió rechazar la participación de Ricard Serra. Es una versión un tanto sorprendente porque el cardiólogo formaba parte de este comité científico. O sea que, según Vicepresidencia, Ricard Serra decidió participar en las jornadas como experto y, posteriormente, él mismo se vetó.

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