_
_
_
_
_

El olvido del plan de mejora de la atención primaria

Asociaciones médicas lamentan que la Xunta no aplique los acuerdos firmados

Pablo Linde

La idea era mejorar la atención primaria médica con más recursos y mejores protocolos. Un grupo de sociedades médicas, sindicatos y profesionales hicieron un plan para acometer esta tarea en cinco anualidades (de 2007 a 2011) con un presupuesto de 62,5 millones de euros. La Xunta asumió esta estrategia y dio los primeros pasos. Pero cambió el color político del Gobierno gallego y el plan se paralizó. Lleva un año sin avances, según denunció ayer la Comisión de Seguimiento, formada por diez organizaciones facultativas y sindicales.

El aumento de cupo de médicos por paciente registrado en 2007 (25 nuevas plazas) y 2008 (65) se frenó. El dinero destinado a atención primaria bajó en el último presupuesto. Algo "preocupante" en opinión de los miembros de la Comisión. Pero su portavoz, Manuel Martín, asegura que hasta cierto punto se puede entender que las partidas no aumenten mucho por la situación económica. Lo que más le indigna es que otras medidas que "no tienen coste y que mejorarían considerablemente la atención al ciudadano" no se acometan "por falta de voluntad".

Los facultativos aseguran que no se ponen en marcha ni medidas "sin coste"

Pone como ejemplo las trabas que tienen los médicos de familia para prescribir pruebas diagnósticas. "En una primera fase conseguimos tener acceso a algunas simples, como ecografías o algunas radiologías, pero no podemos hacer otras como TAC o resonancias magnéticas", lamenta. Asegura que no es un problema de capacidad de los médicos, que están perfectamente preparados para acceder a esta tecnología, sino "de voluntad", ya que incluso hay un protocolo hecho. "Un médico interno residente puede acceder a estas pruebas y cuando tiene una plaza fija ya no", ilustra Martín.

Encargar pruebas de este tipo no es un capricho de los médicos. Aseguran que se agilizarían trámites. El paciente no tendría que esperar la cita con el especialista para que le prescriba la prueba, con una nueva demora para el diagnóstico. "Las enfermedades se atajarían antes y las listas de espera se reducirían", aseveran los miembros de la plataforma, que se mostraron ayer indignados con la actitud de la Consellería de Sanidade y con su "desprecio" por el plan.

La respuesta del departamento que dirige Pilar Farjas llegó en forma de nota de prensa. Plasma el discurso repetido más de una ocasión por la conselleira, en el que asegura la apuesta decidida de la Xunta por la atención primaria. Los hechos que pone para ejemplificarlo son el objetivo de que a finales de este año el 85% de la población tenga historia clínica electrónica, la construcción de 13 nuevos centros de salud en Galicia, el gasto en personal (un 44,5% del dedicado a sanidad) o el "esfuerzo para suplir la insuficiencia financiera que dejó el bipartito, pues las plazas que prometió no quedaron reflejadas en el presupuesto".

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

En la nota no responde a cuestiones como si realmente el plan de mejora está paralizado o por qué hace caso omiso a las peticiones de reunión que pide la comisión. "Nunca le interesó", asegura Manuel Martín, quien recuerda que en la primera de las dos reuniones que han tenido con Farjas le espetó que el plan era un "bluff". "Pensaría que estaba criticando al bipartito, pero estaba descalificando un plan que hemos hecho los médicos".

Una de las consecuencias de este olvido del plan de mejora, según relataba Clara Corpas, del sindicato CSIF, es la premura con la que se tiene que ver a cada paciente, que "muchas veces tiene que ser de tres o cuatro minutos". "Es una aberración", concluye. En este sentido, Martín se queja de que el Servizo Galego de Saúde (Sergas) se marca como objetivo que haya un médico para cada 1.500 personas cuando "la ratio recomendada es de 1.200". También lamenta que tienen que dedicar un 30% su tiempo a burocracia "inútil" en vez de "ver a pacientes". Para ello reclama que se agilice la implantación de la receta electrónica.

Los miembros de la comisión de seguimiento subrayaron que están dispuestos a negociar el plan y le remitieron una carta a la consellería para solicitar una reunión que ya habían pedido hace dos meses. "En caso negativo entendemos una renuncia al plan y denunciaremos el incumplimiento del acuerdo que quiso tratar de dignificar la atención primaria", subrayó Jesús Sueiro, de la Asociación Galega de Medicina Familiar e Comunitaria.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Pablo Linde
Escribe en EL PAÍS desde 2007 y está especializado en temas sanitarios y de salud. Ha cubierto la pandemia del coronavirus, escrito dos libros y ganado algunos premios en su área. Antes se dedicó varios años al periodismo local en Andalucía.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_