Al rescate de la tuneladora más gafe

Hay quien quiere pensar que es gafe. La tuneladora que trabaja, es un decir, en el túnel de la Zona Franca, entre Can Tunis y la futura estación de Foc Cisell, lleva 12 meses parada tras averiarse debido a un fallo en los estudios del subsuelo. Los técnicos que ultiman el complejo rescate lograrán algo casi excepcional: que la tuneladora funcione. Y es que el pasado de esta gigantesca máquina (más de 100 metros de largo y 12 de diámetro) está plagado de largas épocas de inactividad: en su anterior actuación (de Badalona a Bon Pastor) estuvo paralizada en otras tres ocasiones: una durante ocho meses, la segunda se prolongó otros 14 meses y la tercera, medio año. Tras ser trasladada al otro lado de la línea, en Zona Franca, empezó a horadar el túnel en febrero de 2009 y encalló en abril de ese mismo año. Y hasta ahora. En esta ocasión, apenas ha perforado unos 700 metros. En total, acumula 40 meses de paradas.

La intervención requerida en esta ocasión ha sido muy drástica. Estas máquinas llevan unas cuchillas adaptadas a cada tipo de terreno y, de repente, se encontró con un subsuelo inesperado. En estos casos, se trata de cambiar las cuchillas perforadoras, pero la cosa no era tan fácil. Para hacerlo había que formar un espacio en el que crear el vacío por el que entraran los buzos que realizaban la tarea. Pero el terreno es deltaico y presentaba no pocas filtraciones, lo que dificultaba, cuando no impedía, el vacío y, al no poder garantizarlo, se ponía en peligro la seguridad de los buzos que debían realizar la tarea.

Otras soluciones eran complejísimas. Una, que la tuneladora hiciera marcha atrás y saliera por el orificio de entrada. Más que difícil. Habría habido que desmontar por completo la máquina. Otra posibilidad era abrir un pozo y sacarla por el punto de encalle. Mucho más complicado porque la zona está densamente construida y, para colmo, justo encima hay un colector de aguas residuales que no se podía bloquear ni perforar. Se optó por tratar de fijar el terreno a base de inyecciones de cemento. Cada inicio de mes se confiaba en que la solución estuviera más cerca y, al final de ese mismo mes, quedaba claro que la solución aún estaba muy lejos.Finalmente, se optó por cementar todo el entorno de la cabeza de la tuneladora para que el terreno fuera verdaderamente compacto, dejando, eso sí, un espacio de acceso a las cuchillas de la misma. A ese espacio accederían los operarios que procederían a la sustitución de las cuchillas averiadas, de modo que la máquina pudiera seguir avanzando.

Como había que cambiar toda la parte frontal, desde hace cuatro meses -cuando se tomó esta decisión- se están sustituyendo las piezas de forma fragmentada. Una vez cambiada una zona, se procedía a hacer girar las cuchillas sobre el eje, para repetir la operación con otro tramo de las mismas. El cambio de las cuchillas terminó la pasada semana y los técnicos de Política Territorial confían en que la perforación se reanude este mismo mes. "Es cosa de días", aseguró a este diario Jordi Jubany, geólogo del departamento, que controla la evolución de las obras.

En anteriores ocasiones, los paros de esta tuneladora fueron por motivos diferentes. El más prolongado, de 14 meses. Se produjo apenas cruzar el río Besòs y entrar en Barcelona procedente de Badalona. Se topó allí con un edificio de pisos cuyos cimientos eran mucho más profundos de lo que señalaban todos los planos disponibles. "La empresa constructora se encontró con problemas y aumentó la cimentación sin notificarlo", explicó un técnico de Política Territorial. Esos fundamentos se hallaban en el punto por donde tenía que pasar la tuneladora. Si hubiera seguido avanzando se habría cargado el bloque. Antes tuvo problemas con el terreno al cruzar el río y, más adelante, ya en Bon Pastor, fue necesario reforzar el subsuelo para impedir la afectación de edificios preexistentes.

Convergència i Unió sostiene que es una muestra de la incompetencia del Gobierno. Este se defiende recordando que CiU adjudicó a la vez las obras y el proyecto. Es decir, sin estudios de subsuelo precisos que luego ha habido que verificar.

En principio, y según fuentes del departamento, los costes que suponga el paro de la tuneladora (y de la obra) corren a cargo de la empresa que ha obtenido el concurso, ya que es ella misma la encargada del proyecto.

El túnel que está construyendo esta máquina enlaza con el viaducto que discurre por la Zona Franca de Barcelona. Inicialmente, la línea debía terminar en este polígono barcelonés, antes de cruzar el Llobregat, pero una modificación posterior del proyecto hace que se prolongue hasta el Polígon Pratense, una vez cruzado el río Llobregat.