Camas privatizadas y más caras

Sale más caro mantener los nuevos hospitales inaugurados por Esperanza Aguirre, de gestión mixta público-privada o enteramente privada (Valdemoro y los futuros de Torrejón y Móstoles), que los centros tradicionales, de los que se encarga directamente la Administración. Así lo ha constatado UGT en un informe en el que calcula el coste por cama de todos los centros. El sindicato concluye que mantener una cama en uno de los hospitales nuevos sale hasta el doble de caro que en los de toda la vida, como el Marañón o el Clínico, lo que supone, asegura, "un mal negocio para los madrileños".

Las cuentas del sindicato se resumen en una sencilla división. Toma el presupuesto de 2010 para cada hospital y lo divide por el número de camas. Este último dato procede, explicó ayer Juan Luis Martín, secretario de Políticas Sectoriales, del Sistema de Información de Atención Especializada (SIAE), documento de gestión contable de la Consejería de Sanidad. En concreto, para hacer el cálculo se tomó el máximo de camas funcionantes, es decir, las usadas realmente.

Sanidad cuestiona el método utilizado por el sindicato para hacer el cálculo

El coste cama / año de los hospitales tradicionales de alta complejidad oscila entre los 253.000 euros del Gregorio Marañón y los 337.000 del Clínico. En cambio, en los nuevos hospitales -"con una menor especialización y una reducida cartera de servicios", puntualiza UGT- la horquilla va de los 335.000 del Henares (Coslada) a los 505.000 del Infanta Leonor (Vallecas). Si se compara el coste por cama del Infanta Leonor con el Marañón, se comprueba que es exactamente el doble.

La viceconsejera de Asistencia Sanitaria de la Consejería de Sanidad, Ana Sánchez, no negó ayer las cifras aportadas por UGT, pero calificó de "disparate" el cálculo. Sanidad explicó después en un comunicado que los nuevos hospitales tienen más actividad ambulatoria (operaciones que no ingresan tras la intervención y que, por tanto, no usan una cama) y que su presupuesto recoge la financiación de la construcción del hospital, que se va amortizando durante la concesión. "La comparación de costes debe hacerse en función de toda la actividad y no por coste de cama", asegura Sanidad, porque de hacerse así "no se tendría en cuenta casi un 50% de actividad".