El PP al desnudo
El sumario del 'caso Gürtel' revela la existencia de una trama de corrupción generalizada
Desde ayer quedan pocos márgenes para la duda: el mismo Partido Popular que se declaraba incompatible con la corrupción , y que se autoproclamó abanderado de un proyecto de regeneración democrática con el propósito de alcanzar el poder a cualquier precio, deberá responder por uno de los más graves escándalos de corrupción conocidos en España.
De nada ha servido que sus más destacados dirigentes, comenzando por Mariano Rajoy, hayan intentado desacreditar a los jueces, fiscales y policías encargados de la investigación durante los largos meses en los que el sumario del caso Gürtel ha permanecido bajo secreto. Al final, los hechos son los hechos , y los que han comenzado a conocerse a través de la publicación del sumario apuntalan sólidamente la hipótesis de que el PP se ha financiado irregularmente mientras se permitía dar lecciones de honradez a las restantes fuerzas políticas. Con el agravante de que muchos de los portavoces que exhibían una cínica moralina en público eran los mismos que, en privado, aprovechaban la opacidad de las cuentas del partido para, además, engrosar su propio patrimonio.
El PP ha reaccionado al levantamiento del secreto del sumario con la misma estrategia seguida durante estos meses, fingiendo ponerse a la cabeza de quienes exigen que se conozca toda la verdad y comprometiéndose a actuar con contundencia ante cualquier escándalo futuro. Pero es que no es de un incierto futuro de lo que trata el sumario, como tampoco de un pasado remoto, sino de dirigentes populares, algunos con relevantes cargos electos, que todavía hoy siguen en sus puestos o, peor aún, colocados a resguardo y protegidos por la dirección del partido. Cuando, ante hechos como éste, y como los descritos en el sumario, el PP proclama que quiere conocer toda la verdad, lo que está buscando, en realidad, es eludir su responsabilidad más inmediata y más ineludible, que consiste en dar explicaciones políticas sobre cuanto había venido negando y, a continuación, depurar responsabilidades.
Hasta ahora no eran fáciles de entender, aunque podían intuirse, las razones últimas por las que el PP corre con los gastos de la defensa del senador y ex tesorero nacional Luis Bárcenas , que además mantiene un despacho en la sede de la calle Génova. Con los datos conocidos a través del sumario, prolongar esta situación equivale simple y llanamente a una confesión, bien de impotencia, bien de encubrimiento, por parte de Mariano Rajoy y la dirección popular. Y lo mismo que de Bárcenas cabe decir del presidente de la Generalitat valenciana, Francisco Camps , que no sólo recibió trajes y regalos de los jefes de la trama, sino también financiación para los actos del partido. Y también de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre , que tendrá que dar cuenta de las irregularidades cometidas desde su propio Gobierno, por consejeros que ella nombró y para financiar actos en apoyo de su única y obsesiva ambición, a pesar de su insolidario amago de transferir la responsabilidad a otros sectores de su partido.
El Partido Popular puede acariciar la tentación de limitarse a esperar que amaine la tormenta, apoyándose en el hecho de que las encuestas han sugerido que la corrupción no le pasa factura. Aunque se tratase de una actitud acertada para sus expectativas electorales, sería inaceptable desde el punto de vista democrático. Un partido que llegase al Gobierno con unos problemas de corrupción tan graves como los que ha revelado el sumario del caso Gürtel, vería automáticamente hipotecada su acción a los intereses de quienes le han hecho el trabajo sucio. La voluntad general quedaría bajo la amenaza de una red de delincuentes y de los dirigentes políticos que, estando en la oposición, se avinieron a tratar con ellos.
El 'caso Gürtel' en los blogs de EL PAÍS 'Camino de perfección' , por Lluís Bassets; Hits corrupción: Trajes Milano, Mirós en el baño y escobillas de váter de 300 euros, en Trending topics y Llegó el Gürtel , callemos, por José María Izquierdo
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