Grecia supera por la mínima el primer test del mercado tras el apoyo de la UE
Atenas consigue cubrir una emisión de deuda de 5.000 millones aunque a un coste aún por encima del 6% - Suben los seguros de impago y el riesgo país
Grecia sigue tanteando el terreno. Bruselas alumbró la semana pasada un acuerdo para ayudar a Atenas si la crisis fiscal va a peor, una especie de arma de disuasión para intimidar a los especuladores que apuesten a que algún miembro de la zona euro acabará suspendiendo pagos. Con ese escudo antibalas, Grecia salió ayer a los mercados en busca de dinero fresco para aliviar su delicada situación financiera, con el Tesoro heleno forzado a emitir a toda prisa deuda por un total de 16.000 millones en menos de dos meses. El Gobierno de Yorgos Papandreu salió airoso de ese primer envite, que a su vez ponía a prueba el mecanismo anticrisis diseñado por la UE. Prueba superada, pero por poco.
Pese a que persiste la desconfianza, el euro se recuperó y las Bolsas subieron
Grecia emitió ayer 5.000 millones de euros a siete años, a un tipo de interés algo superior al 6%, más de tres puntos por encima de lo que pagan los bonos alemanes -los más seguros- y dos puntos más de lo que paga España por los suyos. La demanda fue pobre, de unos 7.000 millones, cuando en este tipo de operaciones se suele al menos duplicar el valor de la emisión. Los seguros de impago y la prima de riesgo del país reaccionaron con subidas. En fin, siguen las dudas. Pero Grecia consiguió cubrir con creces toda la emisión y pagó algo menos de lo que marcan los tipos de interés de su deuda a un plazo de cinco años en los mercados.
El análisis de la emisión es agridulce porque al cabo Grecia sigue pagando más del 6% por su deuda, unos tipos que el propio Ejecutivo griego considera insostenibles. A esos precios, el servicio de la deuda se come prácticamente todo el ahorro que consigue Grecia con su drástico plan de austeridad, que incluye subidas de impuestos, congelación de las pensiones, recortes del sueldo de los funcionarios y que ha desatado una oleada de protestas.
A cambio de esos sacrificios, la UE se comprometió en febrero a ayudar a Grecia. Y el pasado jueves, la cumbre de Bruselas aprobó el plan de socorro. El problema es que las presiones de Alemania provocaron que el mecanismo sólo se active como último recurso: Berlín quiere que Atenas siga financiándose en los mercados, y por tanto que pague tipos de interés elevados como castigo por los años de excesos en los que las autoridades griegas llegaron incluso a engañar a la UE con las cifras relativas al déficit público. Con un déficit del 12,7% del PIB y una deuda que supera el 120%, los mercados no acaban de fiarse de un país que tras la operación de ayer debe emitir aún 11.000 millones antes de finales de mayo, y un total de 53.000 millones antes de acabar el año.
"Grecia aún tiene que convencer a los mercados y por eso paga más por su deuda que España o Portugal", aseguró a Bloomberg Michiel de Bruin, de F&C Inversiones. José Carlos Díez, economista jefe de Intermoney, explicó que los intereses que paga Grecia se mantendrán elevados al menos hasta finales de mayo, cuando los inversores se aseguren de que el país es capaz de salir del cuello de botella en el que se han convertido los vencimientos de su deuda. "Los mercados tienen sus dinámicas: el acuerdo de Bruselas, las medidas del Banco Central Europeo y esta última emisión demuestran que las cosas van por el buen camino, pero aún quedan cosas por hacer hasta que se esfume la desconfianza", dijo.
La crisis fiscal es enorme: Grecia está octava en la lista de países con más probabilidades de no pagar su deuda -entre Dubai y Letonia, nada menos-, con una probabilidad de impago del 23%, según los datos de CMA. "No parece que las cosas vayan a ir a peor, pero el veredicto del mercado es que Grecia y el salvavidas europeo superan la prueba por los pelos", afirmó Juan Ignacio Crespo, de Thomson Reuters.
La agencia de calificación de riesgo Fitch advirtió de que Grecia necesitará en breve nuevas emisiones de deuda y mantuvo el rating del país con perspectiva negativa, lo que significa que puede seguir bajando. La incertidumbre se mantiene, a pesar de los pasos en la dirección correcta. Las Bolsas europeas subieron ligeramente y el euro se revalorizó aún más ligeramente: los mercados siguen a la espera de acontecimientos. La tragedia griega constaba de varios episodios, y no parece que la crisis en Atenas esté aún cerca del final.
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