El pleno acuerda aprobar la nueva ordenanza del taxi con el mayor consenso

Todos los grupos del Ayuntamiento de Madrid alcanzaron ayer la unanimidad en el pleno municipal en un punto: Madrid tendrá la nueva ordenanza del taxi en cuanto se alcance el consenso con las asociaciones representativas. Una proposición del PSOE solicitaba que, "una vez oído el colectivo de taxistas, se inicie la tramitación del proyecto de la nueva ordenanza, que recoja las medidas necesarias para la modernización y mejora del servicio" con la mayor brevedad posible. Vestimenta correcta y cobro con tarjeta, son algunos de los cambios. Del borrador no gustó, sobre todo, que la bajada de bandera sea desde el momento en que recogen al cliente a la puerta de casa.

El concejal de Seguridad y Movilidad, Pedro Calvo, dijo que se lleva trabajando "intensamente" en el borrador de la nueva ordenanza que ya fue entregado a la Federación Profesional del Taxi y a la Asociación Gremial, mayoritarias en el sector. Ahora el Ayuntamiento espera que formulen sus "observaciones, comentarios y sugerencias". Las asociaciones del taxi han asegurado que ya han enviado sus alegaciones y que esperan una nueva convocatoria. Lo que se temen algunos implicados es que la aprobación puede alargarse hasta la próxima legislatura.

Licencias urbanísticas

El nuevo sistema municipal de licencias urbanísticas, por el que una empresa privada autorizada como entidad colaboradora gestionará las licencias -que tras aprobarse hoy comenzará a funcionar a partir del 5 de abril- provocó el rechazo del PSOE e IU. No sirvieron los argumentos del PP de que así la gestión será un 5% más barata y más rápida. "Es un instrumento más de la política privatizadora del Ayuntamiento", criticó Ángel Pérez, portavoz de IU; "y nos llama la atención que el personal de la empresa sean 11 jefes y dos auxiliares con un gasto de personal de 800.000 euros".

Tampoco hubo atisbo de acuerdo en la declaración de condena por la muerte del disidente cubano Orlando Zapata, el pasado 23 de febrero. El PP presentó y aprobó con su mayoría una proposición en la que exige a las autoridades cubanas la "inmediata liberación de todos los presos de conciencia" y que la Cruz Roja "pueda visitar las cárceles". El PSOE presentó una enmienda que coincide literalmente con la declaración aprobada por consenso en el Congreso de los Diputados. "Hace mucho que ese consenso no se producía y ahora el PP ha ido a romperlo", juzgó el portavoz socialista, David Lucas.