El Banco de España revela que hay 62.000 millones más de posibles impagos con el ladrillo
Las entidades podrían aguantar una depreciación del 35% en pisos y suelo
El Banco de España se ha cansado de acusaciones, realizadas desde dentro y fuera de España, sobre la ocultación de datos en la morosidad de la banca con el ladrillo. Tras las acusaciones de las Cámaras de Comercio, de la prensa anglosajona y agencias de calificación sobre que no se dice del riesgo real que tiene el sector financiero con la construcción y los promotores, el Banco de España lo cifró en 445.000 millones. No obstante, aclara que parte no tiene nada que ver con este sector y está en sectores "que van desde la energía a las infraestructuras, pasando por el sector del petróleo". Sin embargo, no dice cuánto es ladrillo puro y duro.
Lo que sí dice es que el 9,6% de esta cantidad, es decir, 43.000 millones, están calificados como morosos y, por tanto, están provisionados. Además, otro 14% de la cartera está considerado como préstamos subestándar, es decir: "que presentan alguna debilidad que puede degenerar en impago y pérdidas", dijo ayer José María Roldán, director general de Regulación. Esto supone añadir 62.300 millones más. En total, el sector se juega 105.000 millones con el ladrillo, que supone el 5,7% de todos los créditos concedidos.
Con el resto de sectores, hay 50.000 millones más de morosos declarados a 31 de diciembre. Así, la suma de los créditos malos y los que están en riesgo se eleva a 155.000 millones, el 8,44% del total. Esta cifra se acerca al 9% que tuvo el sector financiero en la crisis de 1992. En dos ocasiones dijo ayer Roldán que hay que "hacer esfuerzos suplementarios", retener beneficios y aumentar capital. ¿Es mucha o es poca la apuesta por el ladrillo? El organismo que dirige Miguel Ángel Fernández Ordóñez reconoce que eso dependerá de lo que caigan los precios del mercado y que la cartera es muy heterogénea, ya que acumula vivienda usada, nueva, en fase de construcción, primera o segunda vivienda, suelo urbano, rural, etcétera.
Pero el Banco de España tranquiliza: si el precio de los pisos y el suelo cayera el 35%, las entidades no perderían nada. La razón es que las provisiones (que es lo que reservan las entidades de sus beneficios) suman el 35% de los créditos del ladrillo. Este argumento contradice las alarmantes declaraciones de la Asociación Hipotecaria Española. Pero no todas las entidades están igual. Algunas tienen morosidad del 28% con el ladrillo y otras del 2,3%.
El Banco de España recordó que en España la normativa contable es mucho más rigurosa que en los países del entorno, donde las provisiones dependen del juicio del gestor y de los auditores. En España se tasa sobre elementos objetivos.
Por último, abroncó a las entidades por su falta de transparencia. "Hay que explicar mejor sus fortalezas, debilidades y riesgos. Ante la ausencia de información, la percepción de los mercados puede ser peor que la realidad".
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