La culpa será de la patata
Parece que todo lo que no quiere el consumidor humano se lo hacemos comer a los animales y asunto resuelto. Se nos olvida que criamos animales mayoritariamente para nuestro consumo, y que desde siempre únicamente se sacrificaban los animales sanos, ¡de lo que se come se cría! Pero no me negarán que viendo la alimentación, el hacinamiento y la rentabilidad económica de nuestras granjas, el bienestar animal brilla por su ausencia, igual que su salud, la cual repercute en la nuestra. No quiero recordar algunas enfermedades derivadas de la falta de bienestar animal como el tema de vacas locas, gripes o los piensos con dioxina.
El consumidor no quiere transgénicos, y como de momento los animales no hablan pues ¡que se los coman ellos!, como es el caso de la nueva patata transgénica aprobada por la Unión Europea, saltándose a la torera la negativa de la OMS, la Agencia Europea del Medicamento y el Instituto Pasteur. Ya que dicha patata, además de transgénica, lleva un gen marcador que le confiere resistencia a determinados antibióticos.
Si es tan segura, ¿por qué sólo se permite una presencia del 0,9% en los alimentos? Al final la culpable de todo será la patata, lo mismo que le ocurrió al cerdo y a la vaca, y no culparán a los que han diseñado y aprobado su uso.
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