Ashton pide unidad en la política exterior de la UE

Catherine Ashton estrenó ayer en el Parlamento europeo su condición de responsable de la política exterior y de seguridad europea sin cometer errores y haciendo un canto a la ocasión única que tiene la Unión Europea, gracias al Tratado de Lisboa, de poner en marcha una política exterior más fuerte y más creíble. Ashton pidió unidad: "Si trabajamos unidos podremos salvaguardar nuestros intereses; si no, otros decidirán por nosotros".

La nueva cara y voz de la UE en el mundo demostró haber aprendido en los dos meses transcurridos desde su anterior comparecencia -entonces sólo en calidad de examen parlamentario-, cuando evidenció sus lagunas y dejó frustradas a sus euroseñorías, pese al posterior aprobado. Ayer estuvo más segura y sólo un par de parlamentarios pusieron en duda su capacidad, alguno aludiendo sangrantemente a la defensa de la credibilidad europea que acababa de hacer quien tenía muy poca credibilidad profesional.

"Si no actuamos, otros decidirán por nosotros", advierte la alta representante

El debate parlamentario versó sobre la política exterior y de seguridad de la Unión, y tuvo como percha, junto a la presencia de Ashton, dos informes de sendos europarlamentarios. Como fiel reflejo de la calidad del Parlamento en política exterior, en ninguno de los documentos, por un total de 35 densas páginas, se alude a China, salvo unas fugaces referencias que hay que buscar con lupa. Tampoco en el debate hubo eurodiputado que preguntara a la responsable de la política exterior comunitaria sobre las relaciones entre los Veintisiete y el gigante asiático.

Y eso que Ashton subrayó que "las economías de China, India y otros" están desbocadas, que "su peso económico se está convirtiendo en ascendiente" y que "el poder está cambiando en el mundo (...), incluso entre sistemas políticos, desde el viejo Oeste al Este y al Sur". De ahí, su llamamiento a que Europa actúe y lo haga unida. Pero sólo aludió de pasada al fiasco que para la UE supusieron las negociaciones sobre el cambio climático en Copenhague.

Ashton habló de la trascendencia que tendrá para la buena marcha y credibilidad de la UE en el mundo la creación de un servicio diplomático de calidad, un ente todavía en formación por el que disputan a cara de perro el Consejo (los Gobiernos de la UE), la Comisión Europea y el Parlamento europeo.

La alta representante debe elevar su propuesta sobre la arquitectura del complejo Servicio Europeo de Acción Exterior (SEAE) al Consejo, tras la aprobación de la Comisión y consultar con la Eurocámara, que quiere a toda costa tener voz y voto en lo que se haga sobre el SEAE y amenaza con ejercer sus atribuciones presupuestarias para hacerse oír. "No toleraremos que el Consejo se apropie del servicio exterior", bramó un eurodiputado.

En otro momento -y en ausencia de Ashton, reunida a puerta cerrada con los jefes de los distintos grupos políticos de la Eurocámara para hablar del SEAE- los eurodiputados debatieron sobre la situación en Cuba, en línea con la resolución de "fuerte condena de la muerte evitable y cruel" del disidente Orlando Zapata que previsiblemente adoptará hoy el pleno del Parlamento. Sus euroseñorías se rasgaron las vestiduras por lo que ocurre en la isla de Cuba, pero el gesto quedó devaluado por la presencia en la sesión de apenas medio centenar de los 736 eurodiputados.