Memoria de los esclavos de Franco
La burocracia lo justifica todo por escrito. También la ignominia y la miseria. "Vale por dos botes de leche para un evadido enfermo procedente del campo rojo, por prescripción del médico". El 23 de febrero de 1938, el cabo de guardia autorizó en una nota manuscrita el extra alimenticio (¡dos botes de leche!) a un enemigo enfermo.