La Xunta no aporta ni una medida anticrisis en el Parlamento

La Xunta y el PP dispusieron ayer en el Parlamento de media hora larga para exponer sus medidas contra la crisis económica. La fórmula de la oposición se parecía mucho a la que los populares utilizaban hace año y medio pleno tras pleno para asediar al bipartito: una moción del BNG y una pregunta del PSOE, ambas sobre los planes de Feijóo para contrarrestar el drama del paro.

Fueron 30 minutos perdidos. No hubo respuesta. Primero la conselleira de Facenda, Marta Fernández Currás, y luego el diputado Pedro Arias entretuvieron sus turnos haciendo memoria sobre el bipartito y señalando a Zapatero como único responsable de la crisis. De sus dos intervenciones, la conselleira reservó un minuto para loar su "plan de austeridad que ahorró 140 millones de euros", citó la venta de los audis del parque movil, un incremento en la recaudación fiscal del 1,5% y "rebajas fiscales para la segunda vivienda y el traspaso de comercios". Ahí terminó el relato de su programa contra la crisis.

"Tenemos 234.171 razones para movilizarnos", lamenta Caride

Fernando Blanco critica que el PP no culpe del paro a la Xunta como antaño

Desde los bancos de la oposición, el diputado nacionalista Fernando Blanco y María José Caride, del PSdeG, desplegaron un arsenal de datos: los 27.000 nuevos parados de la era de Feijóo, las 1.000 explotaciones agrarias al borde del cierre, los 180 barcos desguazados, los comercios que no tienen acceso al crédito y reclamaron soluciones al PP. Blanco y Caride, los dos ex conselleiros, preguntaron tres veces si lo que era responsabilidad de la Xunta hace un año [esta era la tesis que sostenía entonces el PP cuando repetía el discurso de "la crisis en la que injustamente metió a Galicia el bipartito"] no compete ahora a Feijóo. Rescataron las promesas de los populares y preguntaron por la anunciada rebaja del tramo autonómico del IRPF antes de ir más lejos. Lamentaron que los dirigentes del PP pasasen meses denunciando agujeros contables cuando aterrizaron en el Gobierno y luego hayan dejado sin ejecutar el 35% del presupuesto en los capítulos de inversiones y transferencias durante 2009.

Cuando la conselleira subió de nuevo al estrado lo más que pudo decir fue que su Gobierno está pagando deudas contraídas por el anterior. Ni un sólo plan, ni siquiera una mención al anuncio que de víspera había hecho Feijóo para crear 10.000 puestos de trabajo al año, hasta 2012, en los servicios sociales.

Lo de Pedro Arias es otra cosa. Feijóo lo fichó en precampaña como gurú económico pero su protagonismo en el partido duró lo que tardó en proponer el despido libre y un ERE en la Xunta durante un mitin en A Coruña. Sin cargo en el nuevo Gobierno ni papel relevante en el grupo parlamentario, el diputado actúa en los debates menores. El PP debió de considerar que las preguntas de la oposición sobre las medidas de la Xunta para frenar la crisis eran uno de esos momentos.

Y por eso Arias tuvo dos intervenciones ,de diez minutos cada una, en las que evitó citar una sola medida económica de Feijóo. Sí encontró tiempo para arremeter contra la supresión de la publicidad en TVE que el PP apoyó en el Parlamento. Y dejó claro que no espera milagros de la Xunta en materia económica. "La precariedad laboral", llegó a decir, sólo se acabará cuando el PP acceda al Gobierno central y cambie el modelo. Al contrario que sus compañeros de partido, Arias no se prodiga en eufemismos. Reclamó directamente desde la tribuna "más flexibilidad en el empleo" y concluyó que mientras prosiga el "encanto" de Zapatero y el "agit prop de sus compañías mediáticas" en España "va a haber mucho paro, mucha sangre, sudor y lágrimas".

Después de oír los argumentos de uno y otro, Caride concluyó que "no hay Gobierno en la Xunta". E insistió en que su partido tiene 234.171 razones para movilizarse. Una por parado. El PSdeG pretende que los desempleados de Touriño sean ahora los de Feijóo. Los populares insisten en cargárselos a Zapatero.