Malformaciones en Faluya
Médicos locales vinculan las enfermedades a la guerra
Médicos de la ciudad iraquí de Faluya han constatado un aumento de los recién nacidos con malformaciones y algunos lo atribuyen al armamento utilizado por Estados Unidos tras la invasión del país. La denuncia, que los habitantes de ese antiguo feudo de la insurgencia repiten desde hace varios años, adquirió ayer una nueva dimensión al ser difundida por la BBC.
Según testimonios recogidos por esa cadena de televisión, el nivel de defectos del corazón entre los recién nacidos de Faluya es 13 veces mayor que en Europa. Una doctora aseguró que veía dos o tres casos diarios de malformaciones, incluidas parálisis, daños cerebrales y problemas cardiacos. La alarma ha llevado a algunos responsables locales a pedir a las mujeres que no tengan hijos.
"No he visto la información de la BBC, pero esa alegación no es nueva y puedo decirle que no ha habido un incremento de las malformaciones, sino una acumulación en los últimos años debido a la falta de tratamiento antes y después de la guerra", explica a EL PAÍS el doctor Husein al Hilli, director del hospital de cirugía cardiaca Ibn al Bitar de Bagdad.
Los habitantes de Faluya fijan el aumento en esas anomalías un año después de la ofensiva estadounidense de 2004, lo que les lleva a concluir que la causa podría estar en el armamento utilizado. El Ejército de Estados Unidos fue acusado entonces de haber empleado municiones de fósforo blanco. Tanto los militares norteamericanos como las autoridades sanitarias de Irak han negado tener noticia de un incremento en las malformaciones.
El problema es que faltan los datos de la época de Sadam Husein para poder hacer comparaciones y los especialistas señalan que junto a la radiación o la inhalación de productos químicos, pueden influir el consumo de drogas durante el embarazo, la malnutrición y el estrés psicológico. En Irak se da además una fuerte endogamia, con matrimonios entre primos carnales.
Tras la guerra del Golfo de 1991, Estados Unidos también fue responsabilizado del aumento de los cánceres por la utilización de municiones de uranio empobrecido.
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