Los oncólogos afirman que el abordaje del dolor es una "catástrofe"
Es un secreto a voces -o, mejor, habría que decir a gritos-: el abordaje del dolor en muchos países europeos es una "catástrofe" sanitaria. Esta es la conclusión de un estudio elaborado por las sociedades europeas de Oncología y de Cuidados Paliativos, que publica Annals of Oncology.
"Muchos pacientes en Europa no reciben tratamiento adecuado contra su dolor por un exceso de regulaciones restrictivas y por problemas de acceso a los opioides", afirman los autores del artículo.
En esa comparación, España no sale especialmente bien parada. En la única tabla numérica (la que mide el consumo de morfina por habitante), ocupa el puesto 23 de 41 países, y está, con menos de seis miligramos por cabeza, por debajo de la media mundial (5,98) y la europea (12,59). Si sólo se miden los países de la UE, la posición española es todavía peor: 18 de los 27.
El trabajo es el primer paso para conseguir un tratamiento del dolor "acorde con los derechos humanos", afirman los autores del trabajo, entre los que está Josep Baselga, del Hospital Vall d'Hebrón (Barcelona).
Aparte de la cantidad de medicamento, otros problemas encontrados son la dificultad del tratamiento en situaciones de emergencia (cuando no está el médico presente), las trabas burocráticas, como necesidad de permisos especiales para prescribir o recibir esos fármacos; o incluso falta de acceso y trabas legales, establecidas para evitar que los medicamentos se desvíen a mercados paralelos como drogas de abuso, aparte de cuestiones más personales como el miedo a usar estos fármacos por prevención de los pacientes o los médicos.
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