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El hotel ilegal de Arbúcies no tiene quién lo derribe

Los vecinos piden que se ejecute la sentencia del Tribunal Superior

Rebeca Carranco

El hotel ilegal de Arbúcies (Selva) construido en la falda del parque natural del Montseny sigue en pie. El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) ordenó su demolición en septiembre porque está en suelo no urbanizable de especial protección, y dio cuatro meses para que, subsidiariamente, el ayuntamiento asumiera el derribo si los propietarios, Baden Grup, no lo hacían. La obra sigue intacta y los denunciantes han pedido al juzgado que ordene la ejecución de la sentencia.

"En diciembre hicimos llegar a los propietarios el decreto de alcaldía en el que se ordenaba el cierre de la actividad y el derribo", explica el alcalde del municipio, Roger Zamorano (ERC). El 1 de febrero Baden Grup recurrió ese decreto asegurando que la construcción es legal y que en el caso de que les obliguen a echar abajo el hotel, pedirá que alguien les indemnice.

El Ayuntamiento lo está estudiándo, aunque el alcalde reconoce que la sentencia es clara: hay que echar abajo lo construido y restaurar la realidad física anterior. En las próximas semanas decidirán qué hacer. Por el momento, no hay un proyecto de derribo. El hotel ilegal de Arbúcies está prácticamente acabado y consta de cuatro edificios de casi 3.400 metros cuadrados, levantados en suelo no urbanizable de especial protección. Apenas faltan los últimos retoques para abrirlo al público.

Antes había en la zona una masía típica conocida como Sant Climent, en estado ruinoso. En 1998 Baden Grup se interesó por el solar y pidió al Ayuntamiento una autorización para dedicar la zona a la cría de faisanes. Recibió el visto bueno y empezó a hacer las obras, que obligaban a mantener la estructura original. Un año después el Consistorio se percató de que no quedaba ni rastro de la antigua masía. La empresa la había echado abajo. Entonces el Ayuntamiento obligó a Baden Grup a rehabilitar San Climent, le abrió un expediente sancionador y emitió un informe en el que decía que las obras eran "ilegales e ilegalizables".

Pero un mes después el mismo Consistorio aprobó las reformas. Baden Grup siguió adelante con las obras y en 2004 pidió permiso para un cambio de uso y construir el hotel. El Ayuntamiento dijo que sí y la cosa habría quedado acabada ahí si los vecinos de la urbanización de Fogueres de Montsoriu no hubiesen llevado el caso a los tribunales porque temían las molestias de los camiones de la basura y demás servicios para abastecer el hotel.

La sentencia del TSJC considera "inasumible" la actuación del Ayuntamiento y le exige que abra un expediente sancionador "contra quien corresponda". "Pero no queda claro a quién se refiere. Por eso no hemos abierto ningún expediente", explica Zamorano, que dio la luz verde para la construcción del hotel.

El propietario de Baden Grup, Francisco Badia, anunció en octubre que iba a agotar la vía judicial y que llegaría al Tribunal Constitucional. La empresa alegó indefensión ante el TSJC, pero un auto de 29 de enero no les dio la razón y, además, les condena a pagar las costas.

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Sobre la firma

Rebeca Carranco
Reportera especializada en temas de seguridad y sucesos. Ha trabajado en las redacciones de Madrid, Málaga y Girona, y actualmente desempeña su trabajo en Barcelona. Como colaboradora, ha contado con secciones en la SER, TV3 y en Catalunya Ràdio. Ha sido premiada por la Asociación de Dones Periodistes por su tratamiento de la violencia machista.

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