Una mujer es degollada en Palma por su pareja, ambos con discapacidad intelectual

El cadáver de Juana M. R., de 41 años, fue hallado en su casa, degollado y mutilado, envuelto en un gran plástico. La mujer llevaba una década conviviendo con J. J. P., de 54 años, señalado como el presunto autor del crimen, que se fugó del domicilio que la pareja habitaba en Palma de Mallorca.

Anoche, a las 24 horas de ser descubierto el cadáver de la víctima, el sospechoso estaba siendo buscado por la Policía Nacional, que divulgó su identidad y rasgos físicos, pero evitó la publicación de su fotografía. La mujer no había formulado denuncia previa por maltrato.

El supuesto criminal dejó sus huellas entre regueros de sangre. "Es un disminuido psíquico, un retrasado mental", según el consejero de Sanidad, Vicenç Thomàs, quien explicó que el hombre había estado ingresado años atrás en una clínica mental, "cuando antiguamente estos enfermos eran recluidos en psiquiátricos".

La pareja estaba bajo la tutela a distancia de un familiar de Juana, quien padecía también una discapacidad intelectual, según fuentes policiales. El pariente descubrió el crimen al personarse en el domicilio después de infructuosas llamadas por teléfono para contactar con ambos.

"Ellos se besaban por la calle" y "nunca oímos una pelea en su casa; ni un sí o un no más alto", explicaron ayer consternados diversos vecinos del piso que Juana habitó con su supuesto asesino, en el popular barrio de Corea.

Ayer a mediodía, ante el Ayuntamiento de Palma de Mallorca, representantes de las instituciones, de los partidos políticos y de colectivos celebraron una concentración silenciosa de repulsa por este asesinato.