CiU rivaliza con el PP en la defensa de la mano dura

Convergència i Unió (CiU) rescató ayer, en plena vorágine sobre cómo afrontar la inmigración ilegal, la idea de su presidente, Artur Mas, de "premiar" a los inmigrantes que demuestren una mayor voluntad de integración. La propuesta, que surgió en la campaña de las autonómicas de 2006 y a la que se bautizó como el carné por puntos, desató una furibunda oposición de las entidades sociales. "Quienes demuestran una actitud y un comportamiento que facilita una integración en el trabajo, el barrio y el pueblo tienen que tener un premio", afirmó Oriol Pujol, portavoz del Grupo Parlamentario de Convergència i Unió en el Parlament de Cataluña.

Pujol afirmó que aún no saben cómo reformular esa eventual compensación con ayudas suplementarias, pero apuntó que el "premiar" la integración debería formar parte de la estructura programática de CiU. Es decir, gratificar a quienes respondan a los "estímulos" de la sociedad acogedora. Curiosamente, ayer Soraya Sáenz de Santamaria, portavoz del Partido Popular (PP) en el Congreso, se mostró también partidaria de recuperar el contrato de integración, que obligaría a los inmigrantes a comprometerse a cumplir con los deberes constitucionales.

CiU propone "premiar" la mayor voluntad de integración

Los nacionalistas dan por hecho que Vic retirará su propuesta

Con los comicios autonómicos en el horizonte y en plena precampaña, el PP y CiU han empezado su particular carrera electoral para atraerse el voto crítico con la inmigración. Los dos dan por agotada la etapa del tripartito y quieren ofrecer ante el electorado una postura "desacomplejada" en este terreno. Alicia Sánchez-Camacho, la presidenta popular catalana, ya avisó anteayer de que hará del tema uno de los ejes de su campaña y lo coronó con la frase: "En Cataluña y España no cabemos todos". Pujol reclamó la "paternidad" de esa sentencia, y recordó que ya la dijo hace tiempo el democristiano Antoni Duran Lleida, el secretario general de la federación nacionalista. "En inmigración tiene que haber una exigencia más fuerte de control. La política de inmigración debe erigirse sobre los derechos y deberes. Formaba, forma y formará parte de nuestro discurso", señaló, al tiempo que aplaudió la postura del Ayuntamiento de Vic. Tras conocer el informe de la Abogacía del Estado, el diputado Carles Campuzano, de CiU, expresó su certeza de que Vic cumplirá la ley.

Los socios del tripartito criticaron ayer al PP por utilizar a los extranjeros como arma electoral. Iniciativa-Els Verds recordó que los populares no suscribieron en su día el Pacto Nacional por la Inmigración, que prohibía recurrir a los inmigrantes como elemento de confrontación política. "Ahora se entiende por qué lo hicieron. Y recuerdo que CiU también firmó el pacto", afirmó Jaume Bosch, portavoz ecosocialista, que rechazó los carnés por puntos y los de integración de convergentes y populares.

Pese a todo, el discurso de CiU ha calado en el tripartito, que en junio aprobó un anteproyecto de Ley de Acogida de Inmigrantes que sienta las bases para que los extranjeros que participen en cursos de catalán y de conocimiento de la legalidad tengan más fácil obtener el certificado de arraigo, una de las vías para regularizar su situación. La idea del carné para inmigrantes no es exclusiva de la federación nacionalista: en Reino Unido se utiliza para seleccionar a los trabajadores en origen y ajustarse mejor así a la demanda del mercado.