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Franco ya no vive aquí

El Ministerio de Defensa empieza a retirar el nombre del dictador de la fachada del Cuartel General del Ejército del Aire, en Moncloa

Natalia Junquera

Está costando más de lo previsto -más de tres décadas de democracia-, pero poco a poco, Franco va abandonando Madrid. El pasado 29 de junio dejó de ser alcalde honorario de la capital y "en 15 o 20 días", según la previsión del Ministerio de Defensa, su nombre dejará de presidir la fachada del Cuartel General del Ejército del Aire, en la plaza de Moncloa. Un grupo de operarios ha colocado ya el andamio para empezar a trabajar en su retirada. Donde ahora dice: "Francisco Franco, Caudillo de España, 1954", sólo dirá 1954, la fecha en la que fue construido el cuartel.

Además, para eliminar definitivamente cualquier rastro del franquismo de este monumental edificio -cuenta nada menos que con 1.740 ventanas-, que se levantó en el solar que ocupaba la antigua Cárcel Modelo, se colocará un escudo constitucional.

Así lo explicó ayer una portavoz del Ministerio de Defensa que ha dedicado el último año a inventariar y eliminar los numerosos vestigios del franquismo que aún quedaban en sus cuarteles. El artículo 15 de la Ley de Memoria Histórica insta a las administraciones públicas a que "en el ejercicio de sus competencias tomen las medidas oportunas para la retirada" de estos símbolos. "El proceso se ha llevado a cabo en un 99,5%" en el ámbito militar, según la portavoz del ministerio.

De la fachada del Cuartel General del Aire también serán eliminadas dos "V" de victoria, que en su día sirvieron para recordar al bando ganador de la Guerra Civil.

A pocos metros, sin embargo, permanecerá intacto otro de los más voluminosos recuerdos del caudillo: el Arco de la Victoria. "No es que tengan que retirarlo, que sería una barbaridad, pero sí habría que darle otro significado distinto al que tiene, que es recordar la victoria de Franco", explica Jesús de Andrés, profesor de la UNED y experto en símbolos franquistas. "El Ayuntamiento de Madrid y el Ministerio de Fomento han estado discutiendo de quién es, echándose la pelota el uno al otro, y finalmente no se ha hecho nada", añade.

Por ser la capital, Madrid acumuló gran número de monumentos, placas y nombres de calles que veneraban al franquismo. Algunos han sido retirados, como la estatua ecuestre del caudillo que se levantó de la plaza de Nuevos Ministerios en 2005 entre los aplausos de unos y las lágrimas de nostalgia de otros, pero quedan muchísimos. De Andrés enumera algunos: "El monumento a José Calvo Sotelo al lado de las Torres KIO. Se cambió la plaza, pero se volvió a poner la estatua. En el Templo de Debod también hay un monumento a los caídos, muy tardío, porque se construyó en 1973, y el callejero, que en principio sería lo más fácil de cambiar porque no tiene ningún coste, está lleno de nombres franquistas. Es la ciudad donde más símbolos franquistas hay. Y en lado opuesto, en Cataluña y el País Vasco apenas quedan".

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Sobre la firma

Natalia Junquera
Reportera de la sección de España desde 2006. Además de reportajes, realiza entrevistas y comenta las redes sociales en Anatomía de Twitter. Especialista en memoria histórica, ha escrito los libros 'Valientes' y 'Vidas Robadas', y la novela 'Recuérdame por qué te quiero'. También es coautora del libro 'Chapapote' sobre el hundimiento del Prestige.

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