Islandia someterá a referéndum la indemnización a los inversores
Británicos y holandeses perdieron 3.500 millones por la crisis
El presidente islandés, Olaffur Grimsson, se negó ayer a ratificar la ley que impone el pago de 3.500 millones de euros en compensaciones a los clientes británicos y holandeses afectados por el hundimiento del banco islandés Landsbanki, arrastrado por la crisis económica. El presidente anunció que, antes de firmarla, someterá esta norma a referéndum. Su decisión amenaza con desatar una crisis política en el país, pone en peligro la llegada de la ayuda internacional que Islandia necesita para recuperarse de las turbulencias financieras y puede dificultar su entrada en la UE.
"No voy a ratificar la ley y el referéndum se celebrará tan pronto como sea posible", dijo Grimsson. La primera ministra islandesa, Johanna Sigurdardotir, cuestionó ayer la capacidad del presidente para vetar la medida, mientras un portavoz del Gobierno advirtió de que el bloqueo puede retrasar la llegada de un préstamo de 1.800 millones de euros concedido por los países nórdicos como parte del rescate financiero coordinado por el Fondo Monetario Internacional, esencial para que el país salga de la crisis.
El retraso en el pago de compensaciones amenaza el acceso del país a la UE
El Parlamento islandés aprobó el 30 de diciembre la ley que prevé la devolución, en varios pasos, de los 3.500 millones a Reino Unido y Holanda, que compensaron a sus ciudadanos afectados por la caída de la entidad financiera. Landsbanki quebró en 2008 y tuvo que ser nacionalizado. Este banco gestionaba los depósitos de Icesave, que ofrecía elevados tipos de interés a los inversores. Los que confiaron en la inversión perdieron su dinero de la noche a la mañana.
La ley siempre ha generado gran resistencia por parte de la población. Un total de 56.089 personas, una cuarta parte del electorado islandés, ha firmado una petición en contra de las indemnizaciones. El documento pedía que Grimsson vetase la ley y exigía que ésta fuese sometida a un referéndum. Grimsson ya había aplazado la firma del documento debido al rechazo al mismo por parte de los ciudadanos. También hay 30.000 cuentas de alemanes afectados por el hundimiento del banco islandés Kaupthing.
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