España cree que es innecesario cerrar su legación en Saná

Mientras Francia se sumó ayer a la decisión de EE UU y Reino Unido de cerrar sus respectivas embajadas en Saná, la capital de Yemen, el Ministerio de Asuntos Exteriores español reafirmó ayer la intención de mantener abierta su legación, aunque con acceso restringido al público. Madrid considera que "de momento, las medidas adoptadas son las adecuadas" frente al nivel de riesgo específico para los intereses españoles, según señaló un portavoz del ministerio. Esto no impide que pueda revisarse la decisión frente a cambios en la percepción del riesgo, señala la cancillería, que se mantiene en estos días en contacto con los españoles residentes en Yemen.

Frente a la escalada de la tensión y atención mundial sobre Yemen, el ministro de Exteriores español, Miguel Ángel Moratinos, subrayó ayer en un discurso pronunciado en Lisboa que el peligro terrorista no está sólo en ese país de la península Arábiga, por lo que hay que afrontarlo desde una perspectiva más global, informa Francesc Relea.

El jefe de la diplomacia española se refirió explícitamente al norte de África y recordó que "España ha sufrido el secuestro de tres ciudadanos", miembros de la ONG Barcelona-Acció Solidària, que fueron capturados en Mauritania por Al Qaeda para el Magreb Islámico en noviembre pasado.

Por otra parte, el ministro de Fomento, José Blanco, descartó ayer que el Gobierno español adopte "medidas adicionales" en materia de seguridad aérea, como la implantación de los polémicos escáneres corporales, hasta que no haya un acuerdo sobre esta cuestión en el seno de la UE, más allá de las ya aplicadas a instancias de EE UU para "extremar la vigilancia" de pasajeros que viajen a dicho país.