Nochevieja vigilada
Interior supervisará las medidas de seguridad de los grandes cotillones - Los locales de menor aforo serán controlados por la Policía municipal
La Nochevieja va inevitablemente ligada a los excesos. A la opípara última cena del año le siguen largas horas de fiesta bien regadas de alcohol que, en la mayoría de los casos, no acaban hasta altas horas de la madrugada. Como escenario, bares, hoteles y discotecas que despliegan sus mejores armas para ofrecer atractivos y en algunos casos multitudinarios cotillones a puerta cerrada en los que la seguridad debe ser también máxima para evitar incidentes.
Precisamente con ese objetivo, agentes de la Unidad de Juego y Espectáculos de la Ertzaintza inspeccionarán los sistemas de protección contra incendios, las salidas de emergencia y, "con especial rigor", que en los diez locales de espectáculos con autorización en Euskadi para celebrar cotillones de gran aforo -más de 700 personas- no se exceda ese límite. También velarán por que dichos establecimientos no sobrepasen el horario permitido. Ahora bien, los bares de menor capacidad no se librarán del control, en su caso, de los cuerpos de Policía Municipal.
Bilbao pide que no se utilicen petardos por las fuertes rachas de viento
Las sanciones pueden alcanzar los 150.000 euros y el posible cierre del negocio
Las asociaciones de hosteleros vascos "apoyan" estas medidas y aseguran que los empresarios están "concienciados" en cuestiones de seguridad y son "responsables" de sus obligaciones. "Incumplir las normas va en perjuicio de todo el sector", razona Rafael Ugarte, gerente de la Asociación de hosteleros alaveses. Además, las sanciones por obviar esta ley pueden alcanzar los 150.000 euros y derivar en la clausura del local si se califican como muy graves.
Las discotecas, habituadas a controles de aforo y horario periódicos, celebran este tipo de controles porque contribuyen a desterrar las prácticas irresponsables y dan "buena imagen" a los que mantienen sus locales en "buenas condiciones", señalan desde una conocida discoteca vizcaína con capacidad para 750 personas.
Un ingrediente típico aunque prohibido de Nochevieja son los petardos. Ante la previsión de rachas de viento de más de 100 kilómetros por hora previstas esta noche, el Ayuntamiento de Bilbao ha pedido a la ciudadanía que se abstenga de usar material pirotécnico -ya se han decomisado 114 kilos-.
Lo que también han constatado los hoteles y los representantes de los hosteleros es que la crisis no ha hecho mella en la demanda de entradas para este tipo de fiestas. Es más, hay establecimientos que han registrado incrementos en las reservas para los cotillones, que no bajan de los 100 euros si incluyen cena. En San Sebastián y Bilbao hay discotecas y hoteles que tienen sus aforos completos desde hace entre dos y cuatro meses. "El consumo se hace selectivo, pero en fechas señaladas mantienen sus costumbres", explica Quino Martínez, secretario general de la Asociación de Empresarios de Hostelería de Guipúzcoa. El colectivo ha contribuido a animar la fiesta conteniendo los precios.
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