El régimen de Irán advierte que "se acabó la tolerancia"
Las protestas de los estudiantes terminan con más de 200 detenidos
Las autoridades iraníes aumentaron ayer su hostigamiento a la oposición, apenas 24 horas después de una protesta que sacó a la calle a decenas de miles de ciudadanos en las principales ciudades del país. "Se ha acabado la tolerancia", advirtió el fiscal general del Estado, Gholamhosein Mohseni-Ejei, durante una conferencia de prensa. Casi a la misma hora, dos centenares de manifestantes con aspecto de milicianos impedían la salida de su despacho del líder opositor Mir-Hosein Musaví.
Su sitio web (kaleme.com) informó de que una treintena de motoristas, vestidos de civil y con las caras tapadas, le cerraron el paso cuando intentaba abandonar la Academia de Bellas Artes de Teherán en su coche. "Tienen una misión, cúmplanla: mátenme, hiéranme o amenácenme", retó Musaví a la turba que le bloqueaba la salida. El resto de los manifestantes, que gritaban eslóganes en su contra, se ocuparon de controlar que no escapara por otra puerta con el resto del personal. Tras una llamada a la policía, se presentó un contingente antidisturbios que no llegó a intervenir. El cerco duró varias horas, según la misma fuente.
Una treintena de motoristas con la cara tapada acosan al opositor Musaví
El incidente supone una clara advertencia al hombre que se ha convertido en líder de la oposición reformista al régimen a raíz de las polémicas elecciones del pasado junio. Musaví, un antiguo primer ministro, acusó al presidente, Mahmud Ahmadineyad, de haberle robado el triunfo. Desde entonces, y a pesar de las amenazas de detención, ha permanecido en libertad, aunque sus movimientos están restringidos.
Aunque el movimiento popular de oposición ya va muy por delante de las reclamaciones de Musaví, el color verde que utilizó durante su campaña se ha convertido en el símbolo de la contestación y su nombre aún se oye en las manifestaciones. Ayer mismo llegaron noticias de enfrentamientos entre sus seguidores y simpatizantes de Ahmadineyad en la Universidad de Teherán, pero los periodistas extranjeros no podemos confirmarlos porque se nos prohibió salir de nuestras oficinas entre el 6 y el 8 de diciembre para evitar que cubriéramos el Día del Estudiante, el lunes.
La participación en las protestas de ese día no alcanzó el nivel de las primeras tras las elecciones. Aun así, sólo en Teherán, "204 manifestantes resultaron detenidos, 165 hombres y 39 mujeres", informó ayer un responsable policial. Además, los eslóganes se han vuelto más radicales. Ya no se critica sólo la reelección de Ahmadineyad, sino que se cuestiona el propio sistema clerical. Y eso es lo que preocupa a los dirigentes.
"A partir de ahora, no tendremos piedad con nadie que actúe contra la seguridad nacional", advirtió Mohseni-Ejei, citado por la agencia oficial Irna. El fiscal insistió en que las autoridades no van a permitir que continúen las protestas. "Las fuerzas de seguridad y los servicios secretos han recibido la orden de no mostrar ninguna flexibilidad con quienes violan la ley y causan desórdenes públicos", añadió.
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