Un edificio gafado
El centro residencial para discapacitados psíquicos de Alcorcón Francisco Sánchez, conocido antes como Carmen Sevilla III, parece estar gafado. Promovido a principios de esta década por la asociación ANDE tras la cesión de una parcela de la Comunidad de Madrid, el inmueble, de 7.650 metros cuadrados, quedó abandonado y al albur de los grafiteros. El Ayuntamiento de Alcorcón, gobernado por el PSOE e IU, retomó el proyecto e invirtió 4,65 millones de euros para adecuarlo y poder ser utilizado, junto con el Gobierno regional.
El edificio se encuentra en la calle de Viena, junto a la autovía de Extremadura (A-5). El proyecto inicial era de tres millones. Las obras terminaron en mayo de este año. El centro tiene capacidad para 150, como centro de día, a lo que se une una residencia con 106 plazas. Está dotado con gimnasio, cafetería, piscina, salas multiusos, zonas de enfermería y comedor. El edificio está cerrado. El Ayuntamiento aún debe firmar un convenio con la Comunidad para que se haga cargo del personal y de los costes de mantenimiento.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.