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Las escuelas catalanas serán evaluadas y se fijarán metas

La Generalitat de Cataluña prepara un decreto de autonomía de las escuelas e institutos que obligará a los centros a ponerse objetivos cada cuatro años. Éstos incluirán metas, como la tasa de graduados a alcanzar, la reducción del absentismo escolar, el porcentaje de aprobados y la satisfacción de las familias respecto del centro. La finalidad última es reducir la tasa de fracaso escolar, que ronda el 30%, y que más alumnos acaben el bachillerato y la formación profesional.

Las escuelas enviarán su plan de objetivos a la Generalitat, y las direcciones podrán pedir medios para alcanzarlos. El Gobierno autónomo dará recursos económicos y humanos en función del proyecto presentado. No habrá, por tanto, dinero extra para los centros en función de los resultados, sino de los proyectos presentados, recalca la Generalitat.

Detrás de este decreto en ciernes está la voluntad de traspasar poder de la Administración a las escuelas. Se busca que los equipos directivos manden y apliquen su programa. También reforzar el compromiso de todos los profesores con un plan de mejora y frenar el trasiego de docentes de centro a centro. En estos momentos, la mitad de las plantillas cambian cada año en los centros, dice la Generalitat.

De manera voluntaria, las escuelas podrán aplicar planes de innovación pedagógica y curricular. Por ejemplo, cambiar el número de horas dedicado a una asignatura o mover materias de curso. Para hacer estos cambios, se requerirá siempre autorización de la Generalitat. Cada centro deberá decidir qué lengua extranjera tendrá como primera y segunda opción.

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